En la antesala del arribo de la misión del Fondo Monetario Internacional a la Argentina, el ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció que el gobierno nacional pedirá un préstamo de facilidades extendidas a cuatro años y medio, con el objetivo de repagar el crédito que tomó la administración de Mauricio Macri y los intereses, por un total de U$S 49.000 millones.

En declaraciones a las agencias internacionales Reuters y Bloomberg, el titular del Palacio de la Hacienda confirmó que el único objetivo de la Casa Rosada será reestructurar el pasivo que contrajo el gobierno de Cambiemos con el organismo monetario que en ese entonces conducía Christine Lagarde, quien le brindó a la Argentina el empréstito más cuantioso de la historia del FMI.

"El programa de facilidades extendidas da un periodo de repago del capital en cuotas entre el año 4 y medio y el año 10", explicó Guzmán, que puntualizó en que espera llegar a un acuerdo antes de abril del próximo año. Además, indicó que "en las circunstancias actuales" este tipo de programa es "la mejor alternativa".

"Un acuerdo de facilidades extendidas es un resultado que va en la línea de generar más estabilidad en el frente cambiarlo y también de fortalecer el mercado de deuda pública y de instrumentos de financiamiento en general en pesos", añadió.

El nuevo programa le dará más tiempo al gobierno para pagar la deuda pero, a la vez, le exigirá reformas estructurales de mediano plazo. "Dado que las reformas orientadas a corregir deficiencias arraigadas suelen tomar tiempo en implementarse y rendir fruto, la participación en un programa del SAF y el período de reembolso tienen plazos más largos que la mayoría de otros acuerdos que pueden celebrarse con el FMI", describe el organismo en su página web.

Tanto desde el gobierno como desde los enviados de la entidad buscarán restarle presión al proceso de negociación, sobre todo en cuanto a las fechas en que podría producirse un acuerdo. Para el ministro de Economía, es clave "reducir la ansiedad" que este tipo de negociaciones generan en los mercados, que atraviesan un momento de mayor alivio.

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La nueva misión del FMI arribará este martes a la Argentina y planea quedarse unas dos semanas en el país para auditar las cuentas públicas, seguir sumando información sobre la marcha de la economía y el comportamiento de las principales variables, como el déficit fiscal, un parámetro que el Ejecutivo espera reducir al 4,5% en el Presupuesto 2021 cuya conversión en ley se espera para este miércoles en el Senado.

La delegación volverá a estar encabezada por Julie Kozack (subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental) y Luis Cubeddu (jefe de Misión para Argentina), quienes estarán acompañados por un pequeño equipo de personal de línea del FMI, para ayudarlos con la recolección de información, que Guzmán ya tiene preparada.