La megadevaluación del peso en un clima de fuerte desconfianza provocó una alerta máxima en las provincias. La presión sobre los costos de los gobernadores en sus territorios generó malestar y preocupación con miras a las elecciones del 2019. 

Por eso, los mandatarios, en medio de la puja electoral con el ajuste por el fMI de fondo, intentan explorar recuento de daños y ensayan un plan B para morigerar azote sobre actividad económica, empleo y sectores vulnerables. 

"Mi principal preocupación es cuánto de esto se va a trasladar a la inflación", aseguró en sintonía, desde Cambiemos, la bonaerense María Eugenia Vidal. Un malestar que comparte con el resto de los gobernadores.

Puja electoral para 2019: alerta de los gobernadores por el impacto de la crisis en las provincias

Por su parte, el justicialista chaqueño Domingo Peppo, lanzó -junto al Nuevo Banco del Chaco- la promoción "Súper Tuya", con descuentos y pagos en cuotas sin interés en supermercados. Una estrategia para alentar al consumo e impedir que la crisis se traslade a los precios de un día a otro.

A su vez, según apunta Ámbito Financiero, la escalada del dólar potenció el peso de los vencimientos en los distritos con mayor porcentaje de deuda en dólares. Según un informe de Delphos Investement, el listado de provincias con mayor porcentaje de deuda en esa moneda está encabezado por Santa Fe, Córdoba, Chubut y Buenos Aires.

El gobernador de Salta, uno de los posibles candidatos del peronismo en el 2019, fue moderado con sus críticas y consideró que "esto no se soluciona con cambios de nombres”, en referencia a los posibles cambios en el Gabinete con Marcos Peña en el centro de la escena. "Se necesita certidumbre económica y las tiene que dar el equipo de gobierno”, agregó.

La inflación resquebrajó las metas de gastos de muchos Ejecutivos, y ya algunos avanzan en retocar los presupuestos provinciales de este año y redireccionan fondos hacia el gasto social.

Mientras el ministro de Interior Rogelio Frigerio intenta contener las críticas y cerrar filas para aprobar el Presupuesto 2019, cada vez más gobernadores expresan públicamente su enojo por la falta de un horizonte confiable que permita llegar al próximo año sin sobresaltos.