Luego de la visita al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, Alberto Fernández continuó con su agenda en tierras aztecas. Tanto en su encuentro con el ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, como su visita a la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), el denominador común en los discursos del presidente electo fue la concepción del "progresismo latinoamericano".

Alberto ya había insinuado ese mismo concepto el lunes, en la conferencia de prensa en el Palacio Nacional del Distrito Federal. "Para mí la integración de América Latina es un tema central", dijo el referente del Frente de Todos, a la vez que anticipó que una tarea central es "revivir el UNASUR, más allá de las diferencias ideológicas".

En la noche del martes, insistió en la unión de los países latinoamericanos, con el tinte progresista: "Necesitamos un continente con derechos para los que trabajan, porque así progresan las sociedades. Fuimos distintos en Argentina, y acá en México, porque los postergados tuvieron derechos. Eso hizo rica a nuestras naciones", reflexionó. Luego, añadió: "Un día nos dijeron `tenemos que dejar de dar derechos, hay que empezar a ajustar´. Pero el ajuste no fue sobre los poderosos, sino sobre los postergados", reflexionó.

La gira de Fernández en México (Photo by Pedro Pardo / AFP)
La gira de Fernández en México (Photo by Pedro Pardo / AFP)

El ex jefe de Gabinete volvió a repartir flores al presidente de México, esta vez, con cita a Atalhualpa Yupanqui: "Él decía que un amigo es uno mismo con otro cuero, eso sentí ayer con López Obrador", comentó e, inmediatamente, aseguró que la primera bocanada de aire progresista no fue la elección suya y de Cristina Kichner, "sino la victoria" de AMLO en el país azteca

Las definiciones que más resonaron en las redes sociales fue su relación entre la década progresista de América Latina y su relación con el Poder Judicial. Sobre Lula indicó que "tal vez esté preso porque consiguió que más de la mitad de los brasileños sean parte de la clase media. Eso pasó en todo el continente. Pasó en Uruguay y en Bolivia".

Luego, pidió un aplauso para Rafael Correa y defendió a su compañera de fórmula del Frente de Todos.  “Todos son víctimas de un sistema judicial que articularon para meterlos presos. Con Cristina no pudieron avanzar no pudieron avanzar porque las pruebas eran inexistentes y porque detrás estaba el peronismo. Para el cierre, Fernández volvió a declarar a favor de la legalización del aborto, al anunciar que su clandestinidad "es una hipocresía.

"Es un vendaval de esperanza"

No fue casual que en pleno discurso en la UNAM, frente a miles de universitarios, Alberto destacó la gestión de Marco Enriquez-Ominami, diputado del Partido Socialista chileno. El dirigente, que acompañó al presidente electo en su gira por México, es uno de los articuladores del Grupo Puebla, organismo que el fin de semana desembarcará en Buenos Aires. El evento contará con la presencia de 30 dirigentes latinoamericanos con un mismo "sello": se definen "progresistas".

Entre los invitados se encuentran anunciados (aún no se sabe si será por videoconferencia) son los ex presidentes de Brasil y Ecuador, Dilma Rousseff y Rafael Correa. Éste último mantuvo un encuentro exprés con el próximo mandatario de Argentina. Fue en el mismo hotel que compartieron, por unas horas, en México. La excusa fue el programa de entrevistas que tiene Correa en la señal RT en Español.

Si bien los temas se mantuvieron en reserva, Correa -actualmente exiliado en Bélgica- se mostró alegre por el triunfo del Frente de Todos. "¡Cómo no voy a estar contento con el triunfo de Alberto! Su triunfo fue maravilloso y nos da una gran esperanza", dijo en una entrevista con TN.  Y añadió que en la entrevista se discutió bastante sobre la (nueva) integración latinoamericana. ¿Se verán las caras en Buenos Aires?.

La despedida de Alberto Fernández en la UNAM  (Photo by Pedro Pardo / AFP)
La despedida de Alberto Fernández en la UNAM  (Photo by Pedro Pardo / AFP)