Las conversaciones de funcionarios del Gobierno nacional con los ministros de Economía de las provincias están tardando en llegar a buen puerto. Y hoy el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, no le regaló a Mauricio Macri más que una foto arriba de una camioneta Nissan antes de subirse al helicóptero.

En las últimas semanas, el empeoramiento de las variables macroeconómicas y las medidas tomadas por los ministerios de Hacienda y Finanzas encendieron luces de alarma en los gobernadores del PJ dialoguista y, por primera vez, empieza a circular la idea de que el Ejecutivo podría no tener presupuesto en 2019.

El primer desertor fue el gobernador de La Pampa, Carlos Verna, que el viernes reunió a sus diputados y senadores y anunció: "No vamos a ser parte de un ajuste feroz que va en contra del bienestar de los pampeanos. Decidimos, con los legisladores nacionales del PJ, no votar un presupuesto con ajuste".

Ayer, el diputado Pablo Kosiner (PJ-Salta), que responde a Juan Manuel Urtubey, admitió que "la cosa está muy complicada" por las últimas medidas tomadas -como el recorte en las asignaciones familiares, a la que calificó como "una decisión carente de sustento desde lo social"- y lanzó una advertencia: "No quisiéramos llegar al punto que hemos criticado en su momento de quienes eran oposición y que en 2010 dejaron al país sin presupuesto.

En línea con Verna, el diputado sostuvo que su bloque no quiere que el ajuste "caiga sobre los más vulnerables" y agregó: "Este presupuesto es el último que le toca ejecutar (a Macri). Si prometiste un cambio y tu proyecto funcionó, tu último presupuesto a ejecutar tiene que ser el mejor porque consolida su gestión, y es el peor".