El Gobierno apura las reuniones para cerrar el acuerdo con los gobernadores en el transcurso de la semana. Las expectativas de la Casa Rosada están puestas en la idea de conseguir la foto con los mandatarios y enviarle un mensaje alentador al FMI.

En este escenario, este martes Macri recibirá a los gobernadores para abordar la letra chica del proyecto que busca reducir aún más el gasto público nacional y, por lo tanto, contempla la delegación de varias responsabilidades tributarias a las provincias, principalmente vinculadas a los subsidios del sistema de transporte público. 

Por su parte, en las provincias explicaron que esperan que el borrador sea enviado a los ministros desde el Ministerio del Interior, mientras que el santafesino Miguel Lifschitz adelantó que no irà a la reunión y el puntano Alberto Rodríguez Saá anunció que no firmará un presupuesto de ajuste.

Se estima que el acuerdo contemplará que las provincias -mucho más desahogadas fiscalmente que la Nación- dejen de recibir unos $50 mil millones de los subsidios al sistema de transporte, otros $30 mil millones del Fondo Sojero que eliminó el Gobierno y otros tantos millones por el traspaso de algunos subsidios de la tarifa social de energía. Ese último ítem genera controversia y es el que estará en revisión hasta último momento.

El Gobierno aceptaría que se frene la baja del impuesto a los Sellos y subiría la alícuota a los bienes personales radicados en el exterior.

En contraposición por las quitas, el Gobierno aceptaría que se frene la baja del impuesto a los Sellos y subiría la alícuota a los bienes personales radicados en el exterior. Los gobernadores piden que se frene la rebaja de ingresos brutos y la Casa Rosada podría ceder a ese pedido a cambio de que se acelere la aprobación del Presupuesto.

El proyecto de ley del Presupuesto será enviado a Diputados este viernes. Con su sanción, el Gobierno espera dar un golpe de confianza ante el FMI y los mercados, mostrando consenso político junto al blindaje del programa financiero.