En el primer trimestre de 2019, el grupo de telecomunicaciones español Telefónica perdió US$240 millones en ingresos por la devaluación del peso y sufrió también una caída en sus acciones.

En una situación mucho más grave de la que también se replica en Brasil con la depreciación del Real, Telefónica perdió un 28% de ingresos en nuestro país, de US$848 millones a US$610 millones, informaron desde la compañia.

La devaluación del 50% del peso argentino frente al dólar, configurado por dos corridas cambiarias (abril y septiembre de 2018), sepultó las previsiones de la empresa que, según explicaron, en un escenario de tipo de cambio estable los ingresos habrían aumentado un 40%.

Según las previsiones de Telefónica, en un escenario de tipo de cambio estable, los ingresos habrían aumentado un 40%.

"La evaluación de los tipos de cambio tiene un impacto negativo en los resultados reportados de la compañía, principalmente por la depreciación frente al euro del peso argentino y del real brasileño", afirmó el grupo en un comunicado.

Para colmo, el descontrol inflacionario de Argentina impactó también en el tratamiento contable de sus actividades y en el gasto operativo, dado que en enero de este año actualizaron en un 18% los salarios de sus trabajadores.

Y aunque un cambio en la normativa contable le permitió a Telefónica hinchar en US$465 millones el resultado operativo antes de depreciaciones y amortizaciones (OIBDA), la bolsa de valores de Madrid recibió con escepticismo los resultados contables del gigante de las telecomunicaciones: sus acciones se depreciaron un 0,67% a los €7,07.

Para reducir su amplia deuda, Telefónica está soltando lastre en algunos mercados latinoamericanos. El pasado miércoles, por ejemplo, anunció la venta de 11 centros de datos con una ganancia de US$292 millones y ocho de ellos eran en este continente. ¿Llegará el recorte a Argentina?