El bloque de senadores de Unión por la Patria anunció que la semana próxima presentará un pedido de interpelación al ministro de Defensa, Luis Petri, para que explique por qué la Armada realiza entrenamientos antidisturbios, una actividad que está prohibida por la Ley de Seguridad Interior y de Inteligencia. 

Todo surge a partir de un ejercicio de la Armada en Vicente López que finalizó con una militar de 21 años en terapia intensiva y una causa judicial abierta que ya cuenta con nueve detenidos.

El senador Oscar Parrilli conversó con Noticias Argentinas y exigió: "Queremos que el ministro Petri se presente en el Senado para saber por qué la Armada hace ensayos de represión callejera contra la población civil, algo completamente ilegal"

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"Ese tipo de prácticas están prohibidas en la Argentina y son causal de juicio político contra el o los funcionarios que lo promuevan u organicen", agregó.

Por el hecho, que se produjo el pasado 4 de abril, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado comenzó una investigación que incluyó varios allanamientos en los domicilios de los integrantes de la fuerza y la base naval, donde secuestraron videos del entrenamiento, documentos y celulares de los implicados para intentar reconstruir los hechos.

De acuerdo a lo que contaron testigos que estaban en la base de Vicente López, uno de los instructores de un ejercicio antidisturbios aplicó una fuerza excesiva al pegarle con sus piernas al escudo que sostenía la joven, identificada como Brisa Paéz, quien cayó de espaldas y se golpeó duramente, a pesar de llevar puesto un casco.

La actividad continuó, a pesar de que Páez, de solo cuatro meses en la fuerza, reportó dolor en su cabeza y tuvo dificultades para reincorporarse. Además, y como si fuera poco, tampoco fue atendida de inmediato.

Tras persistir la dolencia, fue examinada por un médico de la dependencia, quien le recetó un calmante y le colocó un cuello inmovilizante. A su vez, ordenó que fuera derivada al hospital de Campo de Mayo, donde su cuadro empeoró.

Allí, la militar sostuvo que la parte izquierda de su cuerpo la tenía paralizada, por lo que le realizaron estudios de imágenes. Sin embargo, debió ser trasladada a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) del Hospital Militar Central, debido a sucesivas convulsiones.

Para frenar los espasmos, los médicos la indujeron en un coma farmacológico por una semana. Actualmente, y luego de haber superado un problema renal y una neumonía, logró salir del coma, se liberó del respirador artificial y se encuentra en terapia intensiva, con buena evolución.

Los expertos en imágenes descubrieron que tuvo "pequeñas lesiones" en el cerebro, por lo que recomendaron un cambio en el tratamiento. "Le salvaron la vida a mi hija", declaró uno de los padres en diálogo con Clarín, luego de que la joven pueda hablar nuevamente.