Tedeum del 25 de mayo: Milei distante de Villarruel, esquivo con Jorge Macri y frente a un duro mensaje de la Iglesia
Tras más de un año de vínculo cortado, el Presidente y la Vice solo se cruzaron sin más en la Catedral Metropolitana. El mandatario nacional además evitó estrechar la mano del Jefe de Gobierno porteño, pese al reclamo de unidad de García Cuerva.
Javier Milei participó este domingo del Tedeum en la Catedral Metropolitana, para luego asistir al cambio de guardia del Regimiento de Infantería 1 "Patricios", en el marco del 215° aniversario de la Revolución de Mayo. Los eventos contaban con una doble expectativa: en el primer caso, se resolvió rápidamente con total distancia y frialdad: el Presidente se reencontró solo protocolarmente con su Vice, Victoria Villarruel -a quien ni siquiera saludó- y por otro lado, enfrentó indiferente el discurso del arzobispo porteño, Jorge García Cuerva, quien sentenció: "No se construye desde la guerra entre nosotros".
La jornada se inició en la Casa Rosada, donde los integrantes del Gabinete y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, se presentaron a las 8:15. Desde Balcarce 50, acompañaron al líder de La Libertad Avanza en una breve caminata hasta el templo religioso.
Sin embargo, la Vicepresidente, quien no tiene relación con Milei, no fue parte de esta antesala y llegó directamente para la misa, convocada para las 9. En ese momento se esperaba una foto junto al jefe de Estado, pero no hubo ni un saludo.
El mandatario nacional pasó por al lado de su vicepresidenta y del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, al ingresar a la Catedral, pero mostró la tensión política que mantiene con ambos dirigentes al evitarlos.
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La relación entre Milei y Villarruel está congelada desde hace más de un año, producto de diversas internas. El propio Jefe de Estado se encargó de aclarar que su número 2 en el Ejecutivo ya no participa de ninguna de la decisiones importantes ni de las reuniones semanales del Gabinete. Luego, desde las 10, se llevó a cabo el relevo de la guardia, evento al cual Villarruel también fue invitada pese a las visibles e incómodas diferencias.
Otro de los puntos centrales en la jornada radicó en el discurso de García Cuerva, considerando que fue la primera misa de estas características desde que falleció el papa Francisco.
El prelado manifestó con dureza la visión política de la Iglesia católica argentina ante la coyuntura actual. "Hemos pasado todos los límites", aseveró respecto de la "difamación constante en las redes sociales".
El líder católico de la Ciudad enfatizó en "frenar urgentemente el odio" porque no se puede "construir una Nación desde la guerra entre nosotros".
"Nos hemos acostumbrado a comer el pan duro de la desinformación, el pan viejo de la indiferencia y la insensibilidad. Estamos empachados de panes sin sabor, fruto de la intolerancia, y del pan agrietado por el odio y la descalificación. Tenemos hambre de solidaridad, que sea capaz de abrir nuestros encierros y nuestras soledades", agregó el prelado.