El Gobierno nacional formalizó este jueves la reforma migratoria pregonada por Javier Milei, que implica el endurecimiento del régimen de ingreso de extranjeros a la Argentina, su permanencia y deportación, además de cambios en el acceso a servicios como la salud y la educación públicas.

A través del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 366/2025 publicado en el Boletín Oficial, el Ejecutivo sustituyó varios artículos de la Ley de Migraciones N° 25.871 y sus modificaciones y fijó, entre otras cosas, que el Estado "asegurará el acceso igualitario de los inmigrantes a las mismas condiciones de protección, amparo y derechos de los que gozan los nacionales", pero aclaró que será "de acuerdo con los derechos y obligaciones correspondientes a cada categoría migratoria".

Estas últimas, que varían según las personas cuenten con residencia permanente, temporaria o transitoria, influyen "en particular en lo referido a servicios sociales, bienes públicos, salud, educación, justicia, trabajo, empleo y seguridad social".

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Respecto del sistema de salud pública, la normativa precisó que "en casos de emergencia, no podrá negársele ni restringírsele el acceso a la asistencia social o a la atención sanitaria a todos los extranjeros que lo requieran, cualquiera sea su situación migratoria". Además, señaló que quienes sean residentes permanentes estarán "en igualdad de condiciones que los ciudadanos argentinos".

En el resto de los casos, "en los establecimientos que brinden atención sanitaria administrados por el Estado nacional, solo se brindará tratamiento médico o atención sanitaria habitual contra la presentación de un seguro de salud o la previa cancelación del servicio, de conformidad con las condiciones que establezca el Ministerio".

En cuanto a la educación, la normativa indicó que los foráneos "tendrán derecho, aun cuando su condición migratoria fuera irregular", a ser admitidos en instituciones del nivel inicial, primario o secundario, ya sean públicas o privadas; y nacionales, provinciales o municipales.

Distinto es el caso de quienes quieran formarse en educación superior, ya que los estudios de grado en entidades de gestión estatal "serán gratuitos para todos los ciudadanos argentinos nativos o por opción y para todo extranjero que cuente con residencia permanente". Para el resto, se podrán cobrar "retribuciones por los servicios", aunque también tendrán la posibilidad de acceder a becas.

Sobre el ingreso de extranjeros al país, se fijaron nuevos requisitos, tales como la presentación de una declaración jurada con los motivos de su visita y un seguro de salud. En tanto, tendrán prohibida la entrada quienes hubieran cometido un delito doloso contra la vida, la integridad sexual, los poderes públicos o el orden constitucional.

La reforma migratoria también busca agilizar el régimen de deportación, por lo que establece como causales para ordenar la expulsión del territorio nacional el intentar acceder sin pasar el control migratorio, el no contar con domicilios declarados y excederse en el plazo de estadía permitida.

Asimismo, se introdujeron cambios en el retiro de la residencia permanente. Esta categoría será quitada a los extranjeros con antecedentes penales y que hubieran cometido un delito en el territorio nacional o extranjero, sobre todo aquellos que merezcan ser penados con la cárcel, a la vez que correrán el riesgo de perderla las personas que permanezcan un año o más fuera del país. Lo mismo le pasará a los residentes temporarios, si salen por seis meses.

Para quienes quieran naturalizarse argentinos, el DNU 366/2025 modificó la Ley de Ciudadanía N° 346 y señaló que podrán hacerlo las personas mayores de 18 años que residieran "en forma continua y legal durante los dos años anteriores a la solicitud y manifiesten su voluntad de serlo ante la Dirección Nacional de Migraciones".

En el caso de quienes hayan realizado una "inversión relevante en el país" -que deberá ser analizada por el ministerio de Economía-, podrán presentar el pedido "cualquiera sea el tiempo de su residencia". Anteriormente, la legislación alcanzaba a otras actividades como "haber servido en el Ejército" o "habitar o poblar territorios nacionales en las líneas actuales de frontera ó fuera de ellas".