Amparado por la Ley de Extinción de Dominio, que permite al Estado recuperar bienes vinculados a delitos federales o que no pueden ser justificados, el Gobierno de Mendoza subastó la mansión del exintendente de Guaymallén Luis Lobos, condenado a ocho años de prisión por enriquecimiento ilícito, defraudación y administración fraudulenta.

Según fuentes oficiales, se trata de la primera operación en la Argentina en la que los fondos obtenidos de la venta de una propiedad vinculada a la corrupción regresan a las arcas públicas. En este caso, la recaudación -más de $172 millones- se destinará a la reparación de establecimientos educativos de la provincia cuyana.

En este marco, el gobernador Alfredo Cornejo celebró el remate y precisó que a a ese dinero se suman "$447 millones recaudados de 9 inmuebles por herencia vacante, ubicados en capital, Godoy Cruz y Guaymallén".

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Tras destacar que es "el primer caso de Extinción de Dominio del país" y que fue impulsada por su provincia -a nivel nacional sólo existe un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU)- el mandatario puntualizó que esa acción permitirá "que lo robado regrese al Estado para beneficiar a la comunidad".

Además, Cornejo precisó que los fondos se usarán para "financiar obras de infraestructura y mejoras en escuelas públicas" y consideró que es "un avance histórico que posiciona a Mendoza como pionera en la lucha contra la corrupción en Argentina".

La subasta de la ahora expropiedad de Lobos, que inició con la presentación de más de 100 oferentes y una base de remate de $60 millones, finalizó con la adquisición por parte de un ciudadano oriundo de Guaymallén, que pagó $172.241.977,30.

La vivienda, que cuenta con pileta, está construida en un lote de 1.666 metros cuadrados, de los cuales 621 son cubiertos, y está ubicada en ese mismo departamento mendocino, más precisamente en el barrio privado Alto Portal del Sauce.