En el marco de un conflicto paritario que comenzó el 7 de marzo y no encuentra solución, el próximo martes 6 de mayo la Unión Tranviarios Automotor (UTA) llevará a cabo un paro de colectivos que afectará a unas 300 líneas, mientras desde el sector patronal aseguraron que apuntarán a llegar a un acuerdo para evitar la medida de fuerza, pero resaltan que enfrentan un problema de costos debido a la merma de los subsidios nacionales. 

"Intentaremos ofrecer lo máximo, pero las herramientas sobre la mesa son escasas", señaló el presidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), Luciano Fusaro, en diálogo con TN. "Vamos a tener una audiencia este lunes para intentar destrabar el conflicto", agregó sobre la cita prevista para las 14.

No obstante, advirtió: "La situación para nosotros no ha cambiado mucho desde la última audiencia". El argumento central es la reducción de los subsidios recibidos por parte del Estado y los márgenes estrechos de maniobra por la cuestión del aumento de costos.

El nuevo secretario de Transporte, Luis Pierrini, quien ocupa el cargo tras el desplazamiento de Franco Mogetta días atrás, buscará aportar para destrabar el estancamiento entre las partes y evitar la que sería la primera acción de lucha durante su gestión de la cartera.

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Luego del fracaso en las negociaciones salariales que se dio en un encuentro virtual con empresarios y funcionarios de la secretaría de Trabajo, la UTA confirmó el pasado miércoles que realizará un paro general de colectivos por 24 horas este próximo 6 de mayo.

El gremio manifestó a través de un comunicado que la actitud del sector empresario fue "inaceptable y provocadora" y que "una vez más" se presentó "sin ninguna propuesta salarial seria, escudándose en supuestas indefiniciones del Estado Nacional, de la Provincia y la Ciudad" en relación con los subsidios y el que consideran el valor real del boleto.

Además, indicó el nuevo ofrecimiento fue "vergonzoso" y advirtió que no iba a tolerar "esta farsa prolongada" ni van a permitir que "se siga poniendo en juego el poder adquisitivo, la dignidad y el sustento de más de 60.000 familias trabajadoras que día a día garantizan con su labor la prestación del servicio que transporta a más de 9 millones de pasajes diarios".

El problema de base es que el sistema de colectivos, que se financia a través de las tarifas y subsidios que define el Gobierno nacional, sufre una crónica falta de fondos. El plus que ofrecieron las empresas a los trabajadores, de acuerdo a lo que denuncian desde el sindicato, no llega ni siquiera a un 1% mensual de aumento.

Teniendo en cuenta que la inflación se ubicó entre un 3,7% en marzo -último dato disponible del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y superó el 2% en los meses previos- desde la UTA menospreciaron la oferta y la consideraron un "avasallamiento a la dignidad".

Además, desde la UTA instaron también a las partes a "extremar esfuerzos" con el fin de acercar "posiciones en aras de arribar consensos" y de mantener la "paz social" de a cara a la nueva audiencia virtual que se llevará a cabo este lunes, en la previa de la acción de fuerza convocada.