Veintiún semanas de embarazo tiene ahora la nena de diez años que fue violada por su padrastro. Junto a su mamá, habían ido al Hospital Público Materno Infantil a principios de mayo porque le dolía mucho la panza. Allí, se enteraron que estaba embarazada. En ese momento, pudo contar lo que sufría: la pareja de su madre había abusado de ella.

En Argentina, el aborto no está permitido excepto en ciertos casos: el abuso sexual es uno de ellos. Esta situación fue ratificada por el fallo FAL de la Corte Suprema en 2012, que mantuvo ese lineamiento y consideró que no debían judicializarse este tipo de casos. 

Sin embargo, un tercio de las provincias argentinas maneja un protocolo mucho más restrictivo que lo que marcó la Corte. Salta es una de ellas: el decreto 1170 del gobernador Juan Manuel Urtubey establece que las mujeres que fueron violadas sólo podrán abortar hasta la semana 12. Después de ese momento, están obligadas a seguir con el embarazo.

Ni el Código Penal ni el fallo de la Corte establecieron ese plazo temporal. Es un agregado del protocolo que elaboró Urtubey. También, obliga a las víctimas a realizar una denuncia policial y fija la intervención automática del Ministerio Público salteño. Ninguna de estas cosas está tampoco dentro de la legislación nacional, que sólo pide una declaración de la víctima en el hospital. 

Al horror de los abusos y el embarazo, se le suma la obligatoriedad. Desde el Ejecutivo provincial informaron que la madre y la niña firmaron “un acta rubricada donde manifestaron su voluntad de continuar con el embarazo” junto a una asesora de Incapaces y Menores. 

Lo cierto es que con o sin firma, el aborto legal no fue opción para la niña de diez años y ni siquiera le ofrecieron esa posibilidad ya que estaba fuera de las doce semanas. Muchos de los embarazos que se dan por abusos sexuales dentro de la familia se conocen bastante tiempo después, por la dificultad de la víctimas en revelar la situación.

La nena está obligada por un decreto a continuar con un embarazo que fue producto de la violación a la que fue sometida por alguien que debía cuidarla. La obligan a ser madre y sólo tiene diez años.