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La tarea de Alberto Fernández al frente de la fórmula es sumar algunos dirigentes que pedían un paso al costado de la expresidenta para volver a discutir. Algo de resultado parece haber tenido con algunos gobernadores que dieron el visto bueno al cambio, pero aún no se avanzó demasiado en la tarea de repatriar a Sergio Massa, un dirigente que en el kirchnerismo consideran clave porque posibilitaría al espacio pensar en ganar en primera vuelta, logrando una ventaja superior a 10 puntos contra el segundo (con más de 40 puntos porcentuales propios).

En esa búsqueda que ensaya, Fernández dio orden a varios economistas y dirigentes de su espacio a dar nociones de lo que podría ser su eventual gobierno. En el aún abstracto equipo económico que le atribuyen (con nombres como Emmanuel Álvarez Agis o Guillermo Nielsen), hay homogeneidad en algunas ideas: el default no es una opción y en el presente no hay para repartir. Todo eso, sumado a que incluso Axel Kicillof llevó a Estados Unidos un discurso moderado y a que el actual Gobierno ganó poder de fuego al poder intervenir en la plaza cambiaria, favorece al presidente Macri, que sufrió fuertes embates del principal verdugo de su reelección, el dólar.

“Pareciera que, para el mercado, una eventual presidencia de Alberto Fernández sería menos traumática, abismal y riesgosa que una eventual presidencia de Cristina. Y esto que puede tener consecuencias negativas en el futuro, tiene consecuencias beneficiosas para Macri en el presente. De hecho, sabemos que va a ser candidata a vicepresidenta y el dólar no se movió. Esto Macri se lo tiene que agradecer a la candidatura de Alberto Fernández”, subrayó Pagni.

El editorialista asegura que habrá que esperar a que aparezcan sondeos que midan con rigor la recepción del anuncio de Cristina, pero, en principio, "es un experimento porque no es natural que el líder vaya en el segundo lugar y ponga de candidato a presidente a un operador político".