El Ejecutivo nacional, a través de los ministerios de Seguridad y Defensa en conjunto con especialistas en delitos informáticos, analiza por estas horas un hackeo a las Fuerzas Armadas que incluyó la difusión de datos de unos 50.000 efectivos y que denunció ante la Justicia. Aunque, según señaló el Ejército, la maniobra "no comprometería las capacidades operativas", aseguraron que "el "incidente" está "en etapa de investigación" para determinar "su veracidad y atribución".

En el marco de la filtración denunciada se habrían dado a conocer información personal como números de Documento Nacional de Identidad (DNI), lugar de servicio, registro de viajes, domicilios familiares y diplomas de los agentes.

El pasado 13 de mayo, el Ejército Argentino comunicó que le llegaron "una serie de alertas sobre un incidente de Seguridad de la Información" y precisó: "La investigación preliminar indica que podría tratarse de acceso a datos de carácter administrativo que no comprometerían las capacidades operativas de la Fuerza".

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"En forma preventiva se han adoptado medidas adicionales para reforzar la seguridad de información administrativa y la ejecución de protocolos especiales sobre los sistemas de acceso. Se solicitó la intervención de la justicia a fin de avanzar con la investigación correspondiente", añadieron.

Según trascendió luego del presunto hackeo, denunciado el pasado 8 de mayo ante la División Delitos Informáticos de la Policía Federal, un equipo del ministerio liderado por Patricia Bullrich junto a personal del que dirige Luis Petri trabaja con las áreas de ciberdefensa y seguridad informática de los militares para establecer los detalles.

El Ejército subrayó que, al menos por lo analizado en la etapa preliminar, en caso de confirmarse la filtración, los datos expuestos serían mayoritariamente de carácter público. 

Todo comenzó con un aparente correo electrónico anónimo en el que los presuntos hackers afirmaban estar en posesión de 50.000 registros de las Fuerzas Armadas, aunque sin presentar pruebas concretas que respaldaran esa afirmación. Luego, quedó expuesta tal aseveración a través de -al menos- dos cuentas en X que suelen difundir vulnerabilidades informáticas. Una de ellas, Birmingham Cyber Arms LTD.

Con todo, las autoridades continúan trabajando para determinar si el hecho realmente ocurrió y, de ser así, identificar a los culpables. Se espera una ampliación de la denuncia -en manos de los tribunales federales- por parte de los militares para incorporar nuevos indicios relevantes para la causa.