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Fórmula que gana no se toca. El Gobierno salió nuevamente a polarizar con el kirchnerismo el día después del 21-F, la marcha multitudinaria que convocó Hugo Moyano. La principal espada discursiva del Gobierno, el jefe de Gabinete Marcos Peña, salió al cruce de la marcha y lanzó: "La única que faltó en el palco fue Cristina Kirchner, quien lidera intelectualmente al grupo".

 

Luego de una concurrencia masiva y heterogénea en la intersección de la avenida 9 de Julio y Belgrano, Peña aprovechó para sumarse al coro de voces oficiales que relativizaron el efecto de la marcha y aseguró que fue "una marcha más”. "[Fue] una marcha más de las que hemos visto en el último tiempo, en las que sectores opositores que se juntan para transmitir un mensaje", aseguró Peña en diálogo con radio La Red. "No había una consigna", agregó en diálogo con radio La Red.

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"Da la sensación de que la consigna principal tenía que ver con cuestiones judiciales y creo que no tiene nada que ver lo que pasa en la calle con la cuestión judicial", agregó jefe de ministros y coordinador del Gobierno. Luego fue un poco más allá y le envió un mensaje al propio Moyano que había expresado irónicamente la posibilidad de "tomarse un café con Macri”. "El presidente ha tenido una actitud de diálogo constante con el sindicalismo. Queremos instalar una agenda para el bien de los trabajadores. Si él quiere reunirse para discutir los problemas judiciales, Macri no es la persona indicada”, disparó.

El Gobierno festejó el despliegue del kirchnerismo -y del PJ bonaerense- por la avenida 9 de Julio. Estuvo La Cámpora con Máximo Kirchner a la cabeza; el bloque FPV-PJ con el diputado Agustín Rossi y toda su tropa parlamentaria; Gustavo Menéndez y varios jefes comunales peronistas y massistas; el ex intendente y cacique matancero Fernando Espinoza; el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández, entre otros. Un dato: como si estuviese planificado de antemano, los K se ubicaron lejos del palco principal, para no despertar suspicacias.

La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner aún no le contestó la invitación a tomar un café que le envió por los medios el camionero. No obstante, dan por descontado que eso ocurrirá.  ¿Cuándo es la reunión? Tiempo al tiempo respondían los kirchneristas. Hay algo que es seguro: sectores que se miraban de reojo y con desconfianza en tiempos de Cristina hoy ya se muestran casi hermanados en la calle, un terreno en donde Cambiemos no está acostumbrado a pelear.