Pese a las críticas tanto de Javier Milei como de otros referentes de La Libertad Avanza, el papa Francisco llamó este martes por teléfono al Presidente electo para felicitarlo por su victoria en el balotaje del pasado domingo, tal como ha hecho en oportunidades anteriores con los nuevos mandatarios.

Según fuentes cercanas al economista citadas por la agencia NA, la comunicación fue “buena” y durante ella Milei se refirió al Papa como “su Santidad”, aunque previamente lo había considerado como “el representante del maligno en la Tierra”. 

El todavía diputado nacional recibió el llamado mientras brindaba una entrevista a periodistas del canal La Nación+ en el hotel Libertador, en donde está terminando de conformar su gabinete. Al respecto, la agencia de noticias Télam reveló que fuentes de La Libertad Avanza detallaron que la conversación telefónica “duró entre 8 y 9 minutos”, en los que el Mandatario electo y el Papa hablaron de “la pobreza en el país y las propuestas de cambio”.

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Además, indicaron que la comunicación se realizó “a través de un amigo del Papa” que está viajando al país con un rosario bendecido para ser entregado a Milei.

Antes y durante la campaña, el líder de La Libertad Avanza había dicho en declaraciones a la prensa que el Sumo Pontífice era “comunista” y que tenía relación con “dictaduras sangrientas”, por lo que fue criticado por la Iglesia local. 

Sin embargo, en el primer debate presidencial aseguró que le pidió “perdón” y remarcó que “lo volvería a hacer” ya que si se equivoca lo reconoce y pide “disculpas”.

Incluso, en sus últimas declaraciones aseguró que recibiría al Papa en una eventual visita a la Argentina como “jefe de Estado y líder de la Iglesia”. Durante la conversación de este martes, el Presidente electo ratificó la invitación para que el Papa visite la Argentina en 2024. 

El Papa también fue cuestionado por otros referentes del partido libertario, como Alberto “Bertie” Benegas Lynch, quien en el cierre de campaña antes de las elecciones primarias propuso “suspender las relaciones diplomáticas con el Vaticano mientras en la cabeza del Vaticano prime el espíritu totalitario”.