Con el cierre de listas nacional como antesala, los cordobeses se adentran a una nueva elección provincial en la que deberán elegir gobernador y vice, legisladores provinciales e intendentes, concejales y autoridades para el Tribunal de Cuentas. El oficialista, Martín Llaryora, y el opositor mejor posicionado, Luis Juez, serán los animadores principales de la contienda que será seguida de cerca por los principales referentes nacionales de Juntos por el Cambio (JxC).

Llaryora, actual intendente de la capital, fue el bendecido por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, para competir por su sillón del Centro Cívico. El peronismo gobierna el territorio desde 1999 con la victoria de José Manuel de la Sota. Desde hace 24 años que se sostiene en el poder y espera estirar por cuatro más su hegemonía.

Su compañera de fórmula será Myriam Prunotto, intendenta de Juárez Celman, una ciudad ubicada a 20 kilómetros de la Ciudad. Prunotto es radical y pegó el salto al peronismo cordobés, lo que provocó una ola de críticas de los correligionarios. 

Las sensaciones dentro del HUxC son buenas. Sin embargo, un alto dirigente resaltó: "Ni a palos estamos relajados". Del otro lado estará el senador Juez, que fue también fue intendente de la ciudad de Córdoba, entre 2003 y 2007.

Será acompañado por el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR) de Córdoba y diputado nacional, Marcos Carasso. La fórmula opositora intentará dar el batacazo y arrebatarle el poder schiarettismo. Juez y Llaryora se medirán por segunda vez consecutiva.

En 2019, Llaryora se quedó con la intendencia capitalina y lo mismo se replicó a nivel provincial con Schiaretti, que logró conseguir su reelección. Los candidatos contra los que compitió el actual jefe comunal fueron Juez y Rodrigo De Loredo, que el próximo 23 de julio volverá a hacerlo, pero con lista de unidad.

La elección del '19 estuvo signada por el desacuerdo entre el presidente del bloque de la UCR en Diputados, Mario Negri, y el exintendente de la docta Ramón Mestre. Al no acordar una lista de unidad, le allanaron el camino al actual oficialismo.

Todo lo contrario ocurrió para estos comicios. A finales de marzo, el radicalismo acordó que Juez sería el candidato a gobernador y el diputado De Loredo se presentaría por segunda vez consecutiva en la Córdoba capital.

Fuentes del schiarettismo sostuvieron que la amplitud de la base podría ser la garantía de cara al súper domingo electoral. Además, destacaron la pluralidad de espacios que componen Hacemos Unidos por Córdoba (HUxC ), sello con el que competirá Llaryora.

Esa base que destacan voces de las filas oficialistas se extienda a partidos como el GEN, que a nivel nacional cerraron con JxC, o más llamativo, pero que también se replicó en Neuquén con el apoyo explícito al gobernador electo, Rolando Figueroa: el Movimiento Evita.

La unidad de JxC en Córdoba le abre la posibilidad a Juez a presentarle un escenario menos favorable al schiarettismo, que en 2019. Los radicales están entusiasmados con dar el batacazo en la provincia mediterránea y volver al poder después de 24 años.

Sin embargo, uno de los factores que podría incidir, y que remarcan en silencio, fue el intento de Schiaretti por crear un "Frente de Frentes" en alianza con JxC a nivel nacional con la promoción de uno de los presidencialistas del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, y aliados.

Si bien las elecciones cordobesas siempre son una parada más que importante de cara a las elecciones generales, cobraron mayor relevancia después de ésa acción frustrada por Juez, Mauricio Macri y la otra presidencialista del PRO, Patricia Bullrich.

La contienda electoral tiene el agregado de que se desarrollará pocas horas después del cierre oficial de candidaturas, dispuesto para las 23.59 del sábado. Si bien el panorama en JxC está esclarecido, el factor sorpresa siempre deja su huella en ese tipo de instancias. En este contexto, los cordobeses deberán elegir a su próximo gobernador.