Gerardo Morales tendrá un rol principal en el fin de semana. Amplio favorito para imponerse en los comicios de Jujuy y obtener la reelección, podría entregarle al Gobierno nacional el primer triunfo en el año electoral luego de 12 fracasos acumulados. 

En momentos en los que la imagen de la administración de Mauricio Macri ha vuelto a crecer tras 17 meses de caídas, el gobernador de la provincia norteña está en la antesala de cristalizar la primera bocanada de aire en materia de resultados electorales para Cambiemos.

A lo largo del calendario, que inició en febrero con las internas en La Pampa -en las que el candidato radical Daniel Kroneberger triunfó sobre el macrista Carlos Javier Mac Allister-, todos los oficialismos provinciales se impusieron con claridad y los postulantes del Ejecutivo nacional no estuvieron cerca de arrebatarle el liderazgo al peronismo -o al socialismo, en las PASO de Santa Fe- en ninguna ocasión. 

En este contexto, la primera señal de alivio para la Casa Rosada llegó desde Corrientes, el domingo pasado, donde el oficialismo que comanda el radical Gustavo Valdés se impuso por una holgada diferencia sobre el peronismo. Pero los comicios, a diferencia de los demás, eran de carácter legislativo.

Morales, que llegó al poder en 2015 gracias a una lista colectora -integró las boletas de Mauricio Macri y Sergio Massa-, aprovecharía la atomización del peronismo en el distrito, que presentará cuatro candidatos diferentes y le allanará al dirigente radical el camino hacia la reelección.