"¿Qué tipo de sociedad y de Gobierno no valora la misión de los médicos?": la Iglesia se metió de lleno en el conflicto del Garrahan
En una dura carta, la Conferencia Episcopal Argentina ofreció su mediación para que se resuelva la pulseada. La misiva de conoció horas antes de la reunión de Milei con el Papa y al cabo de una semana de medidas de fuerza.
La Iglesia católica se metió de lleno en el conflicto salarial que afecta al Hospital Garrahan. En una dura carta, la Conferencia Episcopal Argentina expresó su respaldo a los trabajadores y ofreció su mediación para que se resuelva la controversia. "¿Qué tipo de sociedad y de Gobierno no valora la misión de los médicos?", cuestionó en el escrito.
En la misiva, conocida en las últimas horas y que lleva la firma del titular del Episcopado, Marcelo Colombo, y del secretario general, Raúl Pizarro, los obispos manifestaron su adhesión al reclamo y recordaron el valor de cuidar a los más vulnerables.
"¿Qué nos ha pasado que nos volvimos insensibles al dolor de los niños?", resaltaron los representantes de la Iglesia católica, antes de manifestar un pedido de protección a la Virgen de Luján para trabajadores y pacientes.
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"Les aseguramos nuestra cercanía fraterna y nos ponemos a disposición para extender, a través de nuestra voz, un pedido tan justo como impostergable", concluyó la carta.
La misiva fue difundida horas antes de que el presidente Javier Milei tuviera una audiencia en el Vaticano con el papa León XIV, quien, según el vocero Manuel Adorni, le confirmó su viaje a la Argentina, y al cabo de una semana en la que se profundizó el conflicto con los trabajadores del centro pediátrico.
Quienes dieron el puntapié inicial fueron los médicos residentes del Garrahan, que el jueves último volvieron a las guardias después de una mejora salarial anunciada por el Gobierno. No obstante, acusaron a las autoridades del hospital de haberlos amenazado para que adoptaran esa actitud.
Posteriormente, se subieron al conflicto los trabajadores de planta del prestigioso centro pediátrico porteño y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que "nacionalizó" la pulseada e incluso decretó una medida de fuerza en todos los hospitales públicos del país.