Los vecinos del edificio situado en la calle Bucarelli al 2229, en Villa Urquiza, llamaron inmediatamente al 911 al escuchar gritos que provenían del departamento de Lucía Martínez. Cuando los agentes policiales llegaron al domicilio, ya era tarde: la mujer de 70 años fue encontrada asesinada. Su cuerpo presentaba una herida en la cabeza, que mostraba que había perdido mucha sangre. 

Germán Balma, su sobrino y sargento primero en la Policía Federal, había intentado escapar antes de que llegara la fuerza de seguridad, pero los vecinos impidieron su fuga. Luego, los oficiales lo detuvieron, acusado de haber matado a su tía. La empleada doméstica de Martínez aseguró que fue él el culpable.

Médicos del SAME intentaron reanimar a la víctima cuando llegaron al lugar. Sin embargo, la herida era demasiado grave. La mujer había perdido masa encefálica, además de grandes cantidades de sangre. 

Así trasladaron al agente de la Policía Federal acusado de matar a su tía, en Villa Urquiza.

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Según aseguraron fuentes de la investigación a La Nación, existiría un problema de dinero entre la tía y su sobrino, que habría causado una reacción violenta de parte del oficial. 

Stéfano, vecino del mismo edificio, describió al mismo diario cómo fue el momento en el que se produjo el asesinato: "Me enteré por WhatsApp. Estaba en mi trabajo y vi en el celular mensajes, audios y videos en el grupo de vecinos. Enseguida vi uno de mi madre que me decía ‘no vayas al departamento que hay un asesino suelto’. Escuché a un vecino que, exaltado, pedía que nadie saliera de sus departamentos, que habían matado a la vecina". 

Balma trabajaba como custodio en el ministerio de Seguridad de la Nación. Todavía se está intentando determinar cuál fue el motivo del asesinato. El cuerpo de la víctima será trasladado a la morgue para la realización de la autopsia.