En un alarmante y confuso episodio desatado en las inmediaciones de "La Diabla", un boliche en el barrio porteño de Palermo, un hombre le disparó a otro tras una pelea. Las autoridades fueron alertadas del hecho por un grupo de jóvenes que se cruzó con un patrullero y posteriormente detuvieron a cuatro personas.

Respecto a la víctima, por el momento se sabe que fue trasladada al Hospital Fernández y, pese a un desalentador panorama inicial, luego se filtró que permanece en observación y fuera de peligro.

En un principio, los efectivos policiales tomaron conocimiento de la situación tras el aviso de un grupo de personas a las 7:20 en Juramento al 1800, en Belgrano. Los agentes comenzaron a buscar un Toyota Etios de color gris, en el que iban a bordo dos mujeres y tres hombres, entre ellos el herido.

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Una vez localizados -en la intersección de las calles Juramento y 3 de Febrero-, el Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) trasladó de urgencia a la víctima al Hospital Fernández, mientras que las autoridades procedieron a rastrear a otros dos autos, desde donde le dispararon al herido.

Con la descripción de algunos testigos que habían presenciado la escena, el Centro de Monitoreo Urbano (CMU) de la Ciudad de Buenos Aires realizó un análisis de las cámaras de seguridad de la zona, en búsqueda de un Volkswagen Vento y un Volkswagen Fox, los cuales fueron rastreados hasta un edificio situado en Monroe al 2000, en un inmueble cercano al cruce con O'Higgins.

Los presuntos atacantes ingresaron a un domicilio y permanecieron resguardados por varias horas hasta que oficiales de la fuerza porteña ingresaron para detenerlos. De los cuatro implicados, dentro del departamento encontraron a tres, pero el último fue sorprendido intentando escaparse desde el balcón hacia una obra en construcción lindera. Se sospecha que este habría sido el tirador.

En el hecho ya tomó intervención la Justicia, que trabaja para esclarecer las causas y el contexto en el que ocurrió el tiroteo. La causa recayó en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 61, a cargo del fiscal Martín López Perrando, quien ya ordenó las primeras medidas de rigor para avanzar en la investigación.