El Tribunal Penal N°1 de Posadas condenó este miércoles con penas de 14 y 12 años de prisión, respectivamente, al exdiputado misionero Germán Kiczka y a su hermano Sebastián por los delitos de tenencia y facilitación de material de explotación sexual contra menores.

Luego de más de tres horas de deliberación, los jueces Gustavo Bernie, Viviana Cukla y César Yaya (subrogante) declararon culpables a los hermanos en uno de los casos que sacudió la historia judicial de la provincia mesopotámica.

El fallo, cuyos fundamentos se conocerán en 10 días hábiles, estuvo en sintonía con los pedidos de la fiscalía, que había solicitado 15 años de cárcel para el exlegislador y 12 para su hermano.

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La jornada había empezado muy temprano, con los alegatos de las partes. A su turno, la fiscalía sostuvo que en la computadora que compartían los Kiczka se encontraron videos en los que se ven "niños de muy corta edad" sometidos a sexo anal, felaciones y diversos actos sexuales. También hay imágenes relacionadas con la zoofilia.

La naturaleza del material y la evidencia que enseñaron los fiscales Martín Rau y Vladimir Glinka durante su alegato obligó a que desde el tribunal decidieran interrumpir la transmisión vía YouTube que mostraba el juicio en vivo. 

El Ministerio Público Fiscal consideró que existen dos hechos delictivos de los que los hermanos fueron responsables "en coautoría" de facilitación y tenencia de material de abuso sexual infantil (MASI) -esto por lo contenido "en la computadora que compartían"- y otros tres que se le adjudicaron solo a Sebastián -por lo hallado en un "pendrive y un cd que constan en la causa"-.

Los fiscales argumentaron que Germán era para la familia Kiczka "la gallina de los huevos de oro" y que, debido a ello, intentó desligarlo de la causa. Además, indicaron que Sebastián, por otro lado, era señalado como un "falopero" que "no servía para nada", para plantarlo así como la persona "ideal" para incriminar. 

Cabe recordar que, en ese sentido, Leonardo Kiczka, padre de los dos imputados, declaró previo a la audiencia: "Entiendo que Sebastián tiene su problema y se descubrió, no lo niego. Lo que sí niego es que Germán esté en esa situación. No tiene nada que ver con esto. Esto es una persecución política, no hay ninguna duda". 

El juicio había comenzado el pasado 31 de marzo y contó con 10 audiencias en las que se presentaron las pruebas contra los imputados y declararon más de 60 testigos. En ese marco, el exlegislador sostuvo su inocencia y aseguró ser víctima de una "persecución política" por haberse opuesto a proyectos del oficialismo de Misiones. Además, tras negar haberse fugado cuando estalló el escándalo, admitió haber buscado y descargado videos pornográficos, "pero no con menores de 13 años".

Por su parte, Sebastián Kiczka aceptó los cargos por tenencia de material de explotación sexual de menores y lo adjudicó a que padece una "enfermedad o compulsión psicológica", pero señaló: "No sabía que ver ese tipo de videos era ilegal".