El director de la Clínica Olivos complicó a Luque y Cosachov en el juicio por la muerte de Maradona: "Que se fuera a la casa no era válido"
En la 15° audiencia, Federico Dimitroff señaló que la propuesta del establecimiento médico era derivar al astro futbolístico a un centro de rehabilitación: "Era la única carta adecuada". El tribunal ordenó allanar el sanatorio para secuestrar la historia clínica del Diez.
En el marco de la 15° audiencia por el juicio de la muerte de Diego Maradona, el director de la Clínica Olivos, Federico Dimitroff, declaró este martes y complicó a Leopoldo Luque y Agustina Cosachov, al señalar que su recomendación al momento en que el astro se encontraba internado fue la de derivarlo a un centro de rehabilitación. "Que se fuera a la casa no era un opción válida", aseguró. Tras este testimonio, que duró cinco horas, el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, que sustancia el proceso, ordenó allanar ese sanatorio para secuestrar la "historia clínica completa" del astro mundial del fútbol.
"Lo mejor era que el paciente fuera derivado de Clínica Olivos a este lugar a donde se iban a encargar de su rehabilitación motriz y de todo lo que tenía que ver con sacarlo de su consumo regular de tóxicos y ocuparse de sus síndromes de asistencia", señaló el representante del centro médico.
A su vez, ratificó que la propuesta de la derivación a un espacio de rehabilitación era "la única carta adecuada" al comprender, desde su visión, que la internación domiciliaria no era lo que el astro necesitaba "médicamente".
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"Para nosotros que el paciente se fuera a la casa no era una opción válida ni adecuada en ningún momento. Que el paciente estuviera sin control en un domicilio para mi era gran parte del problema", expresó.
De esta forma, complicó aún más a Luque y Cosachov, quienes fueron señalados por distintos testigos, incluyendo a la hija del exfutbolista Dalma Maradona, como los responsables de tomar la decisión de continuar el tratamiento de Diego desde su domicilio particular.
"Luque y Cosachov nos pedían que hiciéramos algo para que el paciente estuviera tranquilo y se limitaban a decir ‘por favor, sédenlo, hagan algo para que no esté así’. Había que sedarlo, pero una cosa es sedarlo como parte de una etapa que tiene un seguimiento y otra es sedarlo y que después no haya nada", agregó.
El neurocirujano y la psiquiatra están imputados, junto al psicólogo Carlos Díaz; el enfermero Ricardo Omar Almirón; su jefe, Mariano Perroni; el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna; y la coordinadora, Nancy Edith Forlini, por el delito de homicidio simple con dolo eventual.