Ya van dos meses desde que comenzó el juicio por la muerte de Diego Maradona y, sorpresivamente, ya entrada la tarde, este jueves pidió declarar por primera vez Agustina Cosachov, una de las siete profesionales de la salud acusados. "Siempre actué con total convencimiento de que lo que hacía era lo mejor para el paciente", afirmó la psiquiatra.

Para este jueves estaba previsto el testimonio de Pablo Rubino, el médico que operó al excapitán de la Selección argentina  por el hematoma subdural en la Clínica Olivos el 3 de noviembre de 2020, 22 días antes de su deceso. Sin embargo, ya cerca de las 16, el abogado Vadim Mischanchuk anunció que su defendida estaba dispuesta a prestar una "declaración parcial".

Así, aceptó las preguntas de los fiscales Cosme Iribarren y Patricio Ferrari, y de los jueces Maximiliano Savarino, Verónica Di Tommaso y Julieta Makintach, además del propio Mischanchuk.

TE PODRÍA INTERESAR: La dramática confesión del padre de Lian Flores, a 74 días de la desaparición de su hijo: "Quiero encontrarlo vivo o muerto" 

"Tuvimos reuniones formales e informales en los pasillos. En algunas había más o menos gente, pero había directivos, allegados, hermanos, hijas, los médicos, Leopoldo Luque, médicos de terapia, con lo cual estaba clarísimo que íbamos con una internación domiciliaria seria", expresó Cosachov, al defender la decisión de que Maradona continuara su recuperación en el country San Andrés, en Tigre.

En ese sentido, reveló que fue cierto el planteo de la prepaga vinculado a la posibilidad de que Maradona continuara con su rehabilitación en un centro. "Lo que pasa es que el paciente esa alternativa no la quería. Lo charlamos abiertamente en la reunión y también evaluamos una internación involuntaria, pero la familia se negaba a eso porque habían tenido malas experiencias previas", señaló.

"La domiciliaria sí era viable. La otra opción era que vuelva al domicilio a probablemente retomar los malos hábitos. Este era un domicilio elegido por él, cerca de sus hijas, en Tigre", agregó. 

Luego, indicó que comenzó a ver "irregularidades" en relación a los elementos que ella había solicitado para montar el dispositivo en la casa del exfutbolista y le apuntó a Luque y Nancy Forlini, coordinadora de Swiss Medical y uno de las imputadas. "Les manifesté mi descontento", aseveró.

En ese marco, expuso un chat que le envió al neurocirujano en aquel entonces: "Dijeron que iba a ser una internación domiciliaria seria, ahora dicen cuidados personales. Todo bastante desprolijo, no me gusta cómo se están manejando. Todo palo en la rueda, nada que ver con lo que plantaron en un inicio".