En otro polémico capítulo de las negociaciones por la reforma tributaria, el Gobierno incluyó a último momento un insólito pedido del diputado Diego Bossio. Se trata del gravamen a la cerveza, que había sido eliminado por los enormes cuestionamientos recibidos, pero que ahora, a partir del pedido del ex titular de la Anses K, vuelve a estar en la iniciativa. 

Gracias a la presión de Bossio y la extraña concesión de Cambiemos, la cerveza queda como única bebida alcohólica afectada por el gravamen, a diferencia del vino y el champagne, que quedaron afuera. Especialistas del sector ya habían deslizado los problemas de competencia que ello generaría, pero el reclamo no fue escuchado.

Referentes de la industria, en tanto, se mostraron sorprendidos por el nuevo escenario, que deja a la mayoría de las empresas en una situación asfixiante. Además, en la mayoría de los casos, repercute en los planes de inversión para el año que viene.

De todas maneras, y más allá de la previsible caída del volumen y la producción, el más perjudicado será el consumidor final, quien deberá pagar un producto mucho más caro, y ya hace saber su enojo en redes sociales.

Bossio, por su parte, utilizó Twitter para insistir con una idea disparatada: “La readecuación de los impuestos internos debe compatibilizar cuestiones de salud pública con el desarrollo productivo local. Como ejemplo, un litro de cerveza no puede valer lo mismo que la leche”. Es difícil saber a qué supermercado va el ex funcionario cristinista, pero en general un litro de leche en Precios Cuidados sale entre $19 o $25, dentro de las primeras marcas. El litro promedio de cerveza sale, en promedio, $42.


La polémica marcha atrás

Hace tan solo un mes Mauricio Macri anunciaba que no habría impuestos para las bebidas alcohólicas. Luego de una reunión con el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, el Presidente cambiaba de postura y evitaba entrar en un conflicto con los gobernadores que pusieron el grito en e cielo.

Ahora, con el proyecto en comisón y con un Diego Bossio en primera plana, el Ejecutivo avanza con la idea de que los impuestos alcancen a las cervezas.

Buscarán entonces las empresas cerveceras intentar frenar una medida que afectará a la industria, el empleo y también al consumidor final.