Las finanzas de la Provincia penden de un hilo. Luego de comunicar que se postergaría el pago del bono Buenos Aires 2021, que vence el miércoles, Axel Kicillof inició conversaciones con los acreedores para llegar a un posible acuerdo sobre los nuevos plazos de la deuda.

El ministro de Hacienda bonaerense, Pablo López, había indicado que la negociación con los tenedores de deuda -enmarcada como "solicitud de consentimiento"- estaba incluida en el contrato del bono. De acuerdo a la letra chica del acuerdo, para conseguir un "reperfilamiento", la Provincia debería llegar a un acuerdo con el 75% de los acreedores.

El funcionario quedó a cargo de las negociaciones con los bonistas, luego que Kicillof las delegara en él para acompañar a Alberto Fernández en su viaje a Israel.

Y si bien la propuesta podría ser rechazada, López dejó entrever que sería, aún, una consecuencia peor: “La propuesta se formula bajo el entendimiento de que el rechazo del mercado al diferimiento propuesto resultaría en mayores daños a la economía bonaerense y pérdidas para los inversores”, completó.

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Fidelity

Los tenedores de deuda estarían lejos de aceptar la propuesta. El fondo Fidelity, que cuenta con los mayores títulos del bono BP21, informó por escrito su rechazo a la propuesta. Así lo informó el portal La Política Online, quien indicó que este tenedor de deuda cuenta con casi el 16% del bono.

La tenencia del mismo -emitido por Daniel Scioli- está atomizada: ningún tenedor por sí sólo podría hacer caer la propuesta de Kicillof. Y si bien los acreedores no están obligados a informar sus tenencias, Bloomberg elaboró un listado de bonistas, con Fidelity a la cabeza. El que lo sigue en la lista es un tenedor de deuda holandés NN Investment Partners, que sólo tendría el 3,5% del total.

¿Salvataje?

Ante ese negro panorama, se abre un nuevo interrogante en el Frente de Todos, si Nación finalmente hará un "salvataje" a la Provincia. Semanas atrás, tanto Guzmán como el propio Alberto Fernández negaron la posibilidad de una ayuda financiera. De inmediato, Kicillof salió a "reperfilar" los bonos privados. El plan B no estaría funcionando y desde Presidencia saben que una provincia en default no es un buen augurio para futuras negociaciones con el FMI.

Por su parte, en la conferencia de este martes, el ministro de Economía Martín Guzmán, insistió varias veces en que ambos gobiernos están trabajando coordinadamente para salir juntos de este proceso, con una negociación "que permita que la economía crezca". Guzmán dijo estar actuando de buena fe y les reclamó a los acreedores la misma actitud en la negociación de la deuda con Kicillof.

Con el tono moderado y calmo que lo caracteriza, les advirtió al menos dos veces que ponerse duros para aceptar las ofertas que reciban "será más ruinoso para todos". Misma advertencia que esgrimió López.