Luego de anunciar que cerrará siete plantas en Estados Unidos, General Motors espera generar grandes ganancias a partir de la venta de más de dos millones de autos en Latinoamérica y China.

Como resultado de una reestructuración general que implicará la pérdida de más de 14.000 empleos en Canadá, Estados Unidos y otros países, la compañía anunció que proyecta altos beneficios económicos para 2018 y 2019.

Para equilibrar los daños causados por las tensiones comerciales, el gigante automotriz aseguró que comercializará vehículos de bajo costo en los países emergentes, entre los que se encuentra Argentina. Pese a que en el país el 2018 cerró con un fuerte retroceso en el sector y que la venta de 0Km se desplomó un 40% en diciembre, las previsiones del grupo automovilístico son positivas. 

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Su intención será no sólo la de convertir su marca Cadillac en un fabricante de autos eléctricos de gama alta para competir con Tesla, sino también la de vender y fabricar los coches de bajo costo en países como Argentina, Brasil, México y China. Al tiempo que buscan limitar el impacto de las fluctuaciones de divisas, desde la dirección del gigante de Detroit aseguraron que para 2019 esperan un beneficio de entre 6,50 y 7 dólares por acción.

El anuncio se produce en sintonía con la decisión de su rival Ford de eliminar miles de empleos en Europa. Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió que repatriará empleados industriales y amenazó con recortar los subsidios a la empresa.