La victoria del Frente de Todos abre una nueva etapa política. Alberto y el desafío de liderar un oficialismo fuerte, frente una oposición que deberá reconstruirse en la búsqueda de un nuevo líder.

El presidente electo tendrá la difícil tarea de gestionar la salida de la crisis. Para ello, tiene el desafío de liderar una coalición muy diversa y será vital mantenerla cohesionada de cara al futuro. Por ahora, son tres las facciones que asoman dentro del propio frente: el kirchnerismo duro de Cristina Kirchner, el peronismo disidente cercano a Sergio Massa y el peronismo de los gobernadores

Durante la campaña, el liderazgo de Alberto fue fundamental para lograr armonía dentro del frente, pero el propio ejercicio del poder y los intereses políticos que eso conlleva siempre trae rispideces. El futuro presidente necesitará articular las demandas de cada bloque interno para evitar fisuras. Mantener el frente unido será decisivo para poder tener un gobierno fuerte que sea capaz de domar la crisis. Claro está, los buenos resultados en materia económica posiblemente alivianaran la tarea interna.

Mantener el frente unido será decisivo para poder tener un gobierno fuerte que sea capaz de domar la crisis

La futura oposición se plantea más interrogantes que dudas. La “mini remontada” eleccionaria de Mauricio Macri anima a su círculo cercano a postularlo como el futuro jefe opositor. A todo presidente que abandona el poder siempre le ha costado volver. Los conflictos internos, los liderazgos alternativos que pueden surgir dentro de Juntos por el Cambio, e incluso, la posibilidad de que la coalición cambiemita se disuelva, son escollos para que el presidente saliente pueda pensar en emprender una vuelta al poder. 

Macri todavía no se ha expresado sobre su futuro. Lo que sí hay que tener en cuenta es que para ser el jefe de la oposición se precisa de mucho trabajo, de diálogo, de generar consensos y de ser capaz de articular un mensaje que interpele a la sociedad. El Macri radicalizado que deja el poder, dista mucho de esa imagen. Volver requiere de aprendizaje, autocrítica y un cambio, sino hay que fijarse en la vicepresidenta electa.

El flojo desempeño de Roberto Lavagna y de su frente electoral le quita toda posibilidad de siquiera pensar en ocupar el rol del jefe opositor. Por su parte, José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión con números marginales quedan muy fuera del mapa. La izquierda no realizó una buena elección, pero su lucha estará en la calle siendo fervientes opositores del gobierno de Alberto, como de costumbre cuando el peronismo gobierna.

Elisa Carrió, decidió retirarse de la política, ¿será verdad o es más humo que la llegada de Mourinho a Boca? Miguel Ángel Pichetto se pasará a la actividad privada. En la UCR no han surgido liderazgos capaces de conducir al espacio a un lugar más relevante dentro de Cambiemos. Es por ello que la oposición quedará huérfana a partir del 10 de diciembre. Quizás sea Horacio Rodríguez Larreta el que pica en punta para ocupar ese lugar, por seguir en una función ejecutiva luego de una arrolladora victoria y contar con herramientas y recursos para construirse como un candidato presidencial de cara al futuro. El tiempo dirá.

El nuevo mapa político ya está instalado. Los desafíos y los interrogantes ya están planteados. El objetivo del nuevo oficialismo es mantenerse unido para salir de la crisis. Los nuevos opositores deberán emprender un largo camino para encontrar un liderazgo que los devuelva al poder. Pero como siempre en nuestro país, los resultados económicos marcarán el rumbo.