Imagínese que un día usted tiene un blog, tiki tiki con la militancia 2.0, y al otro día se encuentra manejando una de las cajas más suculentas del país donde todo es taka taka. “¿Dónde firmo?”, se preguntará usted y lo mismo digo yo. De todas formas, el de Santiago Álvarez es un puesto caliente: la petrolera de bandera atraviesa no solo una fuerte crisis económica sino también política, con una reestructuración forzada de la deuda por falta de dólares bajo numerosos ataques especulativos de los que apostaron al gobierno óbito en 2019.

Dice el amigo Pagni que es “el experimento más relevante, y más peligroso, que haya realizado [el oficialismo] desde que llegó al poder”.

Un tiempo atrás, Santiago Álvarez
Un tiempo atrás, Santiago Álvarez

El vicepresidente de Asuntos Corporativos, Comunicaciones y Marketing de YPF nació en diciembre de 1980 en La Pampa. Creció en la década del noventa, con un padre que fue ministro de Bienestar Social del menemista Rubén Marín en una de sus cuatro gobernaciones consecutiva.

No tengo el dato pero desde chico Patucho Jr. debe haber tenido computadora en su casa —arriesgo que una 386—, quizás sin sospechar que haría una carrera uniendo los cables de la tecnología y la política. Capitalizó como un campeón los lenguajes que aprendió mientras crecía.

El bloguero

Santiago participó por primera vez en la arena estatal junto a Jorge Telerman en la Ciudad, en un puesto menor en el área de Turismo, poco antes de inaugurar el blog “Un día peronista” que lo consagraría al frente de una de las primeras comunidades militantes online.

Usted quizás es muy joven y no lo recuerda, pero hace 15 años ser bloguero era la moda y la gente leía (más de 20 segundos de corrido). Junto a su amigo Franco Vitali, Álvarez fue artífice de textos que mixeaban cultura popular con doctrina, efemérides con actualidad, siempre con el punch de quien sabe exactamente para quién escribe. Dicen que “construyó desde muy temprano un perfil más creativo al interior de la militancia kirchnerista”.

La UBA y el PJ

Porque gusta mucho el Derecho en el peronismo, aquella fue la misma época en la que Patuchito estudiaba abogacía en la UBA y militaba en la agrupación universitaria Necesidades Básicas Insatisfechas que había fundado Mariano Recalde en la era del que se vayan todos y que con los años, luego de una resistencia inicial, mutó en la pata universitaria de La Cámpora.

Allí Santiago conoció a su gran amigo Eduardo Wado De Pedro, el actual Ministro del Interior de quien se convertiría en inseparable. Luego a Máximo y a los Kirchner. Dicen que fue Patucho el que levantó el teléfono para comunicar a la familia el asesinato de Mariano Ferreyra, aquella bala que rozó el corazón de Néstor.

El hombre que “siempre supo que pertenecía a una orga dispuesta a disputarse poder en serio” traslada las formas desacartonadas de la NBI a la dirección de Ni a palos, el suplemento joven de Miradas al Sur, en un cruce de humor y culto peronista con ribetes clasemedieros. Dicen que de los suyos, de su camada, Álvarez era “el único que sabía quién era, por ejemplo, Andy Samberg, que quería abrevar en ese tipo de consumo para aplicarlos a la militancia desde lo audiovisual”.

Mente creativa

Con el fortalecimiento de La Cámpora hacia el interior del gobierno, Patucho fue designado por Juan Manuel Abal Medina, entonces secretario de Medios, como Gerente de Noticias en la TV Pública. Allí estuvo poco más de un año para luego pasar a ocupar el sillón de presidente de Telam hasta 2015. Tenía la misión de sanear las cuentas de la agencia de Bolívar al 500, por eso quienes lo vieron en ese rol lo recuerdan como un tipo “serio, laburador y exigente”, que muchas veces “pasaba por ortiba” —que va con “B” porque es vesre de “batidor”.

Un creativo suelto en YPF

Su currícula en la web de YPF constata que entre 2007 y 2009 fue Asesor Legislativo de la Comisión de Comunicación Social en la Legislatura porteña, que entre 2009 y 2011 se desempeñó como Subgerente de Relaciones Institucionales de Aerolíneas Argentinas, y que entre 2016 y 2020 fue Director Creativo en Monteagudo Agencia, desde donde cranéo el branding de Unidad Ciudadana y Frente de Todos.

El Dr. Santiago Álvarez fue, además, el creador de la figura del Nestornauta. No concede entrevistas y no le gusta que hablen de él.