Todos tenemos una obsesión y en este caso, la de Puppo y Vilas terminó siendo la misma. Durante más de 40 años, el tenista reclamó por la revisión de los rankings para ser reconocido como el número 1 del mundo. El documental nos muestra como Eduardo emprendió una cruzada para demostrar que efectivamente la leyenda argentina había sido injustamente desplazada de la cima y que se merecía aún más. El trabajo del periodista nos adentra en una investigación que revisa todos los resultados de los rankings del tenis masculino mundial entre 1973 y 1978 y en conversación con ElCanciller hablamos con Matías Gueilburt (El Che) sobre el surgimiento de la historia y el encuentro que todos estábamos esperando.

¿Cómo surgió la idea de poder avanzar con este proyecto?

El punto de partida de la historia empezó en el 2015 cuando mi socio leyó una nota en donde se hablaba de la investigación de Puppo y aparecía el presidente de ATP diciendo que no se lo iban a dar. Nosotros no teníamos idea de esto porque no estamos metidos en este mundillo pero cuando empezamos a investigar nos pusimos en contacto con este periodista y nos pareció que ahí había una historia para contar.

La historia y la relación entre ellos dos es loquísima. ¿Puppo se enganchó con la idea desde el principio?

Nosotros le comentamos nuestra idea de hacer el documental y él se mostró interesado desde el primer momento. Pero para que la gente conozca esta historia también tienen que saber quien es Vilas. Como bien decís, el eje está puesto en estos dos personajes y recién cuando viajé a Mónaco entendí y encontré el corazón de lo que estaba buscando.

Necesitábamos ver ese reencuentro. Es clave para darle un cierre al documental.

Sí, y eso es lo que se busca. El encuentro entre los dos se dio de una manera muy natural. Se hizo en una toma y para nosotros también fue emocionante. Imaginate la ansiedad de nosotros de poder conocer a Vilas después de haber hecho un documental sobre su historia. Me acuerdo que el encuentro fue en un restaurante italiano y no querían que estuviéramos ahí así que estábamos luchando para que no nos cortaran la cámara. Sabía que iba a ser un momento único y así fue.

Hay un montón de material de archivo. ¿Cómo hicieron para ordenarlo en post? producción?

Empezamos a deconstruir el esqueleto de la historia. Yo sabía que quería que estuviera contado en primera persona, que fuera Vilas el narrador y que no hubiera periodistas hablando de él.

Eso nos fue achicando el tipo de material que estábamos buscando. Pero fue un trabajo de muchos años y mucho tiempo. Desde buscar imagen por imagen, horas y horas en internet hasta comprar los derechos de lo que sea. Así que se requiere de mucho tiempo y concentración.

Siempre está esa sensación de que el documental también es un homenaje a esta figura y los testimonios de grandes tenistas remarcan esta idea. ¿Esta fue la intención desde el principio?

Queríamos darle una perspectiva histórica al personaje. Nadal y Federer entre tantos otros, son figuras que quizás no estuvieron conectados con él en el tiempo pero que ayudan a construir y mostrarnos en perspectiva quién había sido Vila y como dejó su huella en este deporte.

¿Qué le dirías a aquellos que creen que no deberían verlo porque no les interesa el tenis?¿Por qué es un documental que puede interesarle a cualquiera?

Yo tampoco soy un loco del tenis y creo que lo más atractivo es que se trata de una historia humana. Son dos locos que fueron al límite en la vida y que, como dice Puppo, la vida los cruzó. Una historia para ver y entender cómo uno puede apasionarse tanto hasta niveles de tener que ir dejando distintas cosas en el medio. Es la historia de un periodista y un jugador de tenis pero también podría ser la de un padre con su hijo o un abuelo y su nieto.

El documental nos habla de sacrificios: De hecho, Vilas era un perfeccionista en lo que hacía y en general quisimos ir más allá del tenis y enfocarnos también en las características de las personas.

A partir del 27 de octubre se va a poder disfrutar de este documental en Netflix.