El presidente Mauricio Macri aprovechó su discurso por el Día de la Bandera para echarle leña al fuego a su pelea con el sindicalismo, con miras a las próximas elecciones. El blanco de este jueves fue el clan Moyano, a quien acusó de inflar los costos de logística, provocando mermas en la productividad de las empresas.

La respuesta del líder de Camioneros, Hugo Moyano, no tardó en llegar. Horas después de los dichos del jefe de Estado, el sindicalista lo acusó de "incapaz” y "descerebrado”. "Nadie puede imaginar, escuchándolo, que este hombre tiene la responsabilidad del destino de un país”, disparó. 

Esta pelea entre Macri y los Moyano se recrudece a medida que se acercan las elecciones. Para el Presidente es el enemigo perfecto, ya que la alianza táctica del sindicalismo con la fórmula de Alberto y Cristina los incluye dentro del grupo que "quiere volver al pasado”. Esto, permite que ambas fuerzas polaricen al extremo. 

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"La Argentina tiene el costo de transporte más alto de la región, producto de privilegios acumulados en forma ilegal y arbitraria por el señor Hugo Moyano y Pablo Moyano”, sostuvo Macri en Rosario marcando el eje de su discurso y, también, dejando vislumbrar lo que será su campaña.

Esta estrategia responde al principal asesor de campaña del Gobierno, Jaime Durán Barba. Según sus encuestas y focus group, el único grupo en la Argentina que tiene peor imagen para la sociedad que la Justicia y los políticos son los sindicalistas. 

Además, al conocer su temperamento, Macri sabe que antes cualquier crítica Moyano saldrá a contestarle. Hoy, durante una entrevista que se basó completamente en sus críticas hacia el Presidente, sostuvo: "Nadie puede imaginar, escuchándolo, que este hombre tiene la responsabilidad del destino de un país. Es de una brutalidad tal que uno ya no se sorprende”. 

En la misma línea, Miguel Ángel Pichetto basa su discurso en la productividad, en un capitalismo moderno, en la Argentina incluida en el mundo. Todo el sindicalismo clásico, y en especial el cercano a la expresidenta, expresa lo contrario en lo discursivo.

Sin ser menos, Cristina Kirchner se subió al cuadrilátero y repartió también algunos golpes. Durante su acto de presentación de Sinceramente en Rosario, Cristina cuestionó a Macri por el contexto de sus dichos contra el clan Moyano: "¿Era necesario hacerlo en un colegio rodeado de chiquitos?".

Además, acusó al líder del PRO de ser un "desmemoriado" por agraviar al mismo gremialista que estaba con él el 17 de octubre de 2015 cuando inauguraron juntos un busto de Perón. "¿No le pareció tan malo en ese momento?", lo cuestionó.

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