El Gobierno anunció, junto al FMI el nuevo acuerdo sobre el viejo acuerdo: adelantar desembolsos y modificar el préstamo de precautorio a libre disponibilidad, es decir que se podrán utilizar abiertamente y sin restricciones.

El nuevo acuerdo implica una ampliación por USD 7.100 millones, lo que lleva el programa a un total de USD 57.100 millones.

Para lo que resta de 2018 los desembolsos se elevan de USD 6.000 millones a USD 13.400 millones. En 2019 habrá un total de USD 23.000 millones, muy superior a los previamente acordados USD 11.500 millones. Totalizan solo estos dos desembolsos extras un total de USD 19.000 millones, lo que garantizaría el plan financiero del Gobierno y deja las chances de default de corto plazo en cero. 

Si bien el anuncio se centró en los nuevos desembolsos, lo más importante que dejó la conferencia de prensa fue el nuevo esquema para atacar la inflación:  reemplazar el esquema de metas de inflación por una regla simple y verificable sobre los agregados monetarios. 

Junto con este nuevo cambio, el Gobierno se compromete a un régimen de tipo de cambio flexible, con un nuevo elemento: las bandas de flotación cambiaria. 

Nuevo acuerdo, nuevo dólar

Evolución del Tipo de Cambio y nuevas bandas de flotación. Fuente: Reuters.



¿Qué son las bandas de flotación?

El flamante presidente del Banco Central, Guido Sandleris, anunció la implementación del esquema de flotación. La entidad se compromete a mantener el tipo de cambio dentro de una franja que se definió inicialmente entre $34 y $44. El objetivo es claro, reducir la intervención del central día a día y otorgar previsibilidad.

Junto con este objetivo, se pondrá en marcha la meta de emisión monetaria nula: al no haber emisión, se “seca” la plaza. Es decir, no se dota al mercado de pesos, y consecuencia de esto, se reduce la demanda de moneda extranjera. 

Si el dólar se mantiene dentro de esa franja, el BCRA no intervendrá en el mercado, lo que se conoce como flotación. En el caso que el dólar toque el techo de $44, la entidad saldrá a vender para evitar que la divisa supere ese nivel. Esa intervención, en principio, será con un total de USD 150 millones, un monto insignificante. En caso de que el dólar se acerque y toque el piso, la entidad bancaria podrá comprar libremente para elevar la cotización. Esta franja de techo y piso, se actualizará hasta diciembre en un 3% mensual. Es decir, si hoy el techo es $44, el próximo mes será de $45.30. La intervención en el mercado de futuros seguirá activa.

La gran incógnita será el manejo de la volatilidad, con un mercado internacional todavía hostil y presión constante en todas las monedas emergentes. El punto de coincidencia del mercado, en este momento, es de un dólar relativamente barato y con pocas chances de ir en busca del piso de flotación, aunque la volatilidad será la que pueda marcar dicho ritmo. 

El Índice de Tipo de Cambio Multilateral elaborado por el BCRA todavía muestra signos de poca competitividad contra nuestros principales socios comerciales, a pesar de haber recuperado terreno durante los últimos meses. Una inflación cercana al 40% y fijada con un dólar en $40, nos hace pensar que un dólar barato implicaría una vez más retraso cambiario, y Argentina no está en condiciones de entrar una vez más en ese terreno.