Mauricio Macri se despidió de su militancia en la Plaza de Mayo. El Presidente entonó el himno en el balcón de la Casa Rosada junto a Juliana Awada y Miguel Ángel Pichetto y luego brindó un discurso en un escenario improvisado, ante una multitud que lo rodeaba.

El primer mandatario lamentó "no poder seguir trabajando juntos en esas reformas que el país necesita", pero apuntó que le generaba más tristeza "ver que muchos de ustedes están angustiados acerca de lo que viene". "No tenemos que estar angustiados, será un paso más de aprendizaje y crecimiento hacia ese futuro que todos deseamos", reflexionó, con ánimos de conciliación.

Frente a miles de personas que se movilizaron con pancartas que reivindicaban el 40% de los votos obtenidos por Juntos por el Cambio en los comicios presidenciales y otros tantos que expresaban su rechazo a Cristina Kirchner, Macri reconoció que sus cuatro años al frente del Ejecutivo "fueron mucho más difíciles de los que imaginé, siempre en minoría en ambas Cámaras". "Pero gracias a ustedes logramos muchas cosas, es una inmensa alegría ver que hemos juntado tantos argentinos", se congratuló.

En rol de líder de la oposición, le envió un mensaje a Alberto Fernández: "Le quiero decir al presidente electo que puede confiar en que después de mucho tiempo va a encontrar una oposición constructiva y no destructiva. Seremos firmes y severos. Todos queremos una justicia independiente, nuestras libertades no son negociables. Tenemos que cuidar que no nos roben la argentina. Somos una alternativa sana de poder".

Macri se tomó tiempo también para agradecerle al "equipo maravilloso que lo acompañó" durante su gobierno y a Pichetto, a quien consideró como "un baluarte" de la nueva coalición opositora. Por último, hizo un llamado a la participación de los jóvenes en la política y les dejó un mensaje a las mujeres. "La Argentina las necesitaba, cuánto se han movilizado en estos cuatro años, están más presentes que nunca", exclamó.

Si bien no formaron parte de la ceremonia, en las puertas de la Casa Rosada estuvieron presentes María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Gabriela Michetti, Patricia Bullrich, Marcos Peña y Cristian Ritondo. Hernán Lombardi, quien sí habló frente a los manifestantes, aseguró que el gobierno deja el poder "con la frente alta y las manos limpias".