Los analistas políticos coinciden en señalar que Alberto Fernández consiguió casi la mitad de los votos positivos de las PASO gracias a una estrategia peligrosa. El exjefe de Gabinete capitalizó los votos de la militancia más férrea al kirchnerismo y de sectores moderados peronistas y no peronistas. El editorialista Carlos Pagni puntualizó sobre esta problemática en una columna publicada en La Nación. Además, reveló un dato que preocupa a los sectores más ligados a la centro izquierda del Frente de Todos: Fernández le pidió un plan macroeconómico integral a Carlos Melconian, el economista heterodoxo que le pidió un ajuste más feroz a Mauricio Macri durante sus primeros años de mandato.

Según Pagni, en sus declaraciones, Fernández "levanta la bandera gradualista del primer Macri": promete un gobierno mercado friendly con un empuje al consumo interno. Eso genera que reciba "las presiones preventivas de la militancia social", expresada tanto en los acampes que pidió terminar como en las protestas en shoppings que perjudican las intenciones de Matías Lammens. "Es hora de que Grabois deje de jugar para ellos", expresaron a El Canciller desde el Frente de Todos. Según Pagni, los sectores ligados a la protesta social ven en Alberto gestos de "liberalismo salvaje".

El editorialista señaló que el problema en torno a la cuestión es que el líder del Frente de Todos "pretende ser la síntesis de facciones muy diversas" y por eso entona un discurso "neogradualista". También explica que Cristina Kirchner les impuso (a sus votantes) un candidato que "confraterniza con la Mesa de Enlace agropecuaria, se refiere a Magnetto como 'Héctor' y consulta a Carlos Melconian".

Sobre este último punto, agrega que AF le pidió al economista -que estuvo a cargo del Banco Nación y se fue del gobierno de Macri porque exigía un ajuste más duro que el que estaba dispuesto a hacer el presidente- un "plan macroeconómico completo" que ya está "bastante avanzado", en tanto que le indicó a los empresarios españoles con los que se reunió que "hablen con Guillermo Nielsen", otro economista ligado a la ortodoxia.

"El antikirchnerismo padece una pesadilla. Que, después de ganar las elecciones, Fernández se quite la máscara y muestre el rostro de Cristina Kirchner. El kirchnerismo comenzó a sobresaltarse con otro sueño atroz. Que el que esté escondido detrás de la máscara sea Macri", concluyó Pagni.