Cuando en octubre de 2015 Mauricio Macri ganó la presidencia, mucho se dijo acerca del fin de "los barones del cornurbano”, de aquellos intendentes peronistas "eternos” en municipios claves de la provincia de Buenos Aires. El Presidente, de la mano de la gobernadora María Eugenia Vidal, se quedó con 64 municipios (de los 135) y muchos de ellos importantes como Lanús, Quilmes, Tres de Febrero y Morón, entre otros.

Sin embargo, con el contundente triunfo de Axel Kicillof sobre la mandataria bonaerense en las PASO de domingo, hay algunos municipios que –en caso de repetirse los resultados en octubre- volverían a manos peronistas: La Plata, Berisso, Quilmes, Tres de Febrero, Lanús, Pilar, y Morón.

El oficialismo solo lograría mantener el poderío en San Isidro (con Gustavo Posse a la cabeza) y Vicente López (Jorge Macri, el primo del presidente, es el intendente), dos localidades de la zona norte. 

En número se trata de una pérdida de 19 intendentes (pasaría a gobernar 45 de los 64 municipios que hoy tiene) mientras que el Frente de Todos sumaría 21 y otras dos localidades quedarían en mano de organizaciones vecinalistas.

Además de las 21 que se agregarían, el Frente de Todos conservaría las 56 ganadas en 2015 (entre ellas municipios con mucho peso como Avellaneda, Berazategui, La Matanza y Merlo) y las 10 pertenecientes al massismo.

Algo que entusiasmo a Kicillof y compañía es que dentro de las que lograría recuperar se encuentran varias que perdieron en 2015, como La Plata, Lanús, Quilmes, Tres de Febrero y Berisso.

En el primer caso, por ejemplo, el peronismo no logró la tan pedida unidad y fue con cinco listas. La diputada provincial Florencia Saintout se impuso en la interna y el Frente de Todos (la suma de los cinco candidatos) superó por 10 puntos al actual intendente Julio Garro de Cambiemos, quien en 2015 dio la sorpresa y en 2017, en las legislativas, le sacó 20 puntos al peronismo. Saintout espera el apoyo de sus compañeros peronistas para convertirse en la primera mujer en llegar a la intendencia en la capital de la Provincia.

Quilmes es otro ejemplo donde el Frente de Todos superó a Juntos por el Cambio. Martiniano Molina, que llegó a la intendencia en 2015 (aunque con una gestión muy criticada por los quilmeños) fue el más votado, pero la sumatoria de los candidatos kirchneristas alcanzó el 50% y superó el 31% del actual intendente. La diputada Mayra Mendoza ganó la interna del kirchnerismo se encaminaría para ser la próxima intendente.    

En Tres de Febrero, Diego Valenzuela podría perder la intendencia en manos del legislador provincial y candidato de La Cámpora, Juan Debandi, quien ganó la interna del Frente de Todos (como fuerza obtuvo el 46% y superó por 12 puntos al candidato de Macri).