La agenda presidencial de las últimas semanas es la de un presidente en campaña electoral. En ese marco, Macri intenta reforzar la sensación de un gobierno exitoso que es aplaudido en el mundo. El anuncio del acuerdo Unión Europea-Mercosur le vino como anillo al dedo para continuar por esa senda.

La noticia, a priori, parece positiva, incluso la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner intentó con mucho esfuerzo la posibilidad de llegar a un convenio con UE. No obstante, en todo acuerdo de este tipo hay vencedores y vencidos. La clave estará en la lista chica de la redacción final del tratado que destrabaron el tándem Macri-Bolsonaro.

Hasta ahora, lo que se dio a conocer, demuestra que algunos sectores productivos de nuestro país terminarán siendo perjudicados. Una posibilidad es que Macri, apremiado por los tiempos electorales, haya cedido antes las presiones europeas y apuró la firma de un documento que, si bien falta mucho tiempo para que se ponga en marcha, puede ser muy perjudicial para diversas ramas de la economía argentina.

Es importante remarcar que las felicitaciones de los líderes mundiales de poco valen cuando la pobreza y el desempleo suben mes a mes, la economía sigue en caída y la inflación continúa en niveles altos.

Desde el oficialismo tratan de vender una falsa épica de inserción en el mundo como lo han hecho en otras oportunidades. Es importante remarcar que las felicitaciones de los líderes mundiales de poco valen cuando la pobreza y el desempleo suben mes a mes, la economía sigue en caída y la inflación continúa en niveles altos.

Yendo a otro plano, en la agenda local el presidente se dedica a anunciar pequeñas obras acompañadas de discursos fuertes con la intención de polarizar con la oposición. Macri y su equipo están empecinados en seguir discutiendo el pasado, una vieja estrategia que hasta ahora les dio resultado pero que cada vez agota más a un electorado cansado de “la grieta”.

Por su parte, Alberto Fernández contrasta con las acciones y los discursos de Macri. El precandidato presidencial del Frente de Todos visitó esta semana el colegio Carlos Pellegrini en la Ciudad de Buenos Aires y se reunió con cientos de estudiantes demostrando su compromiso con la educación pública. Una de las áreas más descuidadas por la gestión de Cambiemos.

Alberto Fernández contrasta con las acciones y los discursos de Macri. Visitó esta semana el colegio Carlos Pellegrini en la Ciudad de Buenos Aires y se reunió con cientos de estudiantes demostrando su compromiso con la educación pública.

A su vez, Alberto consiguió la tan esperada foto con todos los gobernadores peronistas, un apoyo fundamental de cara a octubre. Además, a pesar que algunos jefes provinciales van con boleta corta, y que muchos especularon con la posibilidad que esa decisión favorezca a Macri, pero que de esta manera hicieron explícito su apoyo a la fórmula de los Fernández y despejaron todo tipo de duda.

Por otra lado, viajó a Brasil a visitar a Lula Da Silva, preso político por decisión de Sergio Moro, actual ministro de Justicia de Jair Bolsonaro, quien lo mantiene en el cargo pese a las últimas revelaciones periodísticas que dejaron en claro la presión que ejerció Moro en su rol de juez para direccionar la causa contra el líder del PT. En la reunión, Alberto Fernández y Lula Da Silva coincidieron en que el acuerdo UE-Mercosur podría generar desindustrialización.

Así las cosas, Macri tiene puesta la mirada en el pasado y hacia el exterior como estrategia de campaña. Mientras tanto, Alberto Fernández sigue con la mirada puesta hacia el futuro y en seguir ensanchando sus apoyos para ser una opción de gobierno fuerte y que pueda hacerse cargo de la crisis heredada del macrismo. Contrastes de los dos principales candidatos presidenciales.