Donald Trump hizo historia al convertirse en el primer presidente de los Estados Unidos en entrar a Corea del Norte, en un encuentro con Kim Jong Un que permitió reactivar las negociaciones sobre el programa nuclear.

Más de un año después de su primera cumbre en Singapur, los dos dirigentes se reunieron de nuevo, esta vez en un lugar emblemático, la Zona Desmilitarizada (DMZ), que separa las dos Coreas desde el final de la guerra entre ambas en julio de 1953.

Trump, el primer presidente de EE.UU. en pisar Corea del Norte

Acompañado por el líder de Pyongyang, el magnate estadounidense cruzó la línea de demarcación que materializa la frontera y dio varios pasos en territorio norcoreano, antes de dar media vuelta.

"¿Quiere que cruce la línea?", se animó a consultar Trump. A lo que Kim le respondió: "Me sentiré muy honrado si lo hace". Son tan solo una baldosas de cemento, de algunos centímetros de altura, pero que, a su vez, simbolizan la frontera más hermética del mundo.

"Es un gran día para el mundo", anunció el dirigente estadounidense, afirmando sentirse "orgulloso de haber cruzado esa línea". Por su parte, Kim Jong Un dijo esperar "superar los obstáculos" gracias a su "maravillosa" relación con Trump.

"El hecho que los dos países, a pesar de una larga relación de hostilidades, puedan estrecharse las manos por la paz en un lugar que simboliza la división, demuestra que el presente es mejor que el pasado", destacó Kim, que el año pasado cruzó la frontera hacia el Sur para su primera cumbre en la DMZ con su par surcoreano, Moon Jae-in.

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