Después de frenéticas negociaciones que culminaron pasadas las dos de la mañana del sábado, Malena Galmarini llegó a un acuerdo con el intendente de Tigre, Julio Zamora. El actual mandatario de la localidad irá por su reelección, mientras que la esposa de Sergio Massa buscará un lugar en la legislatura, en tanto que colocará a una de sus aliadas políticas en el Concejo Deliberante de Tigre. Culmina de esta manera el retorno de Massa al kirchnerismo con saldo agridulce: el primer lugar en la lista de Diputados, una renovación de diputados, legisladores e intendencias por encima su caudal de votos, pero el peor de los escenarios de cara a sus ambiciones presidenciales, un territorio nulo.

Luego de varias idas y vueltas, el kirchnerismo y el massismo, que integran el Frente de Todos, pudieron cerrar listas de unidad también en este distrito y no habrá internas entre ambas fuerzas. Tigre fue uno de los lugares donde hubo más pelea entre los dos sectores, ya que Massa quería que su pareja, actual concejal de ese partido bonaerense, fuera como candidata a intendente.

Por su parte, Zamora no quiso resignar sus intenciones de renovar su cargo y presionó para que no haya unas PASO dentro de la coalición opositora. Si bien el actual jefe comunal tuvo sus inicios en el Frente Renovador, en el último tiempo se alejó de ese espacio y se pasó a las filas del kirchnerismo. Tras varias negociaciones, finalmente ambos pudieron llegar a un arreglo y, poco antes de que venciera el plazo para presentar las listas, acordaron las candidaturas. En el escenario de PASO, advierte el massismo, Zamora habría resultado vencedor, incluso por fuera de la estructura partidaria.

De esta manera, Galmarini integrará la boleta de diputados provinciales del denominado Frente de Todos, mientras que Zamora intentará renovar su cargo en Tigre. Un camino similar había tomado antes Massa, quien aceptó no presentarse para Presidente y, en cambio, encabezar la lista a diputados nacionales del denominado Frente de Todos, coalición que integra junto al kirchnerismo. Por otra parte, Galmarini consiguió que como primera candidata al Concejo Deliberante de Tigre vaya Micaela Ferraro Medina, una dirigente cercana a ella.

Ahora, convertido en un sin tierra, Massa deberá empezar, si no de cero, desde abajo para recomponer un electorado que se comió varios amagues. Desde el kirchnerismo, espacio al que supo pertenecer, alejarse, jurar no volver y retornar, el tigrense está golpeado por el peso de sus decisiones lábiles. Aún conserva una porción de votantes, aglutinados en la provincia de Buenos Aires, que lo sigue como un líder al que le destacan su habilidad como jugar de una baldosa.