Después de que Cristina Fernández de Kirchner se bajara de la precandidatura presidencial para competir como vicepresidenta en un binomio junto a Alberto Fernández, intendentes del PJ de la Provincia rápidamente salieron a demostrarles su apoyo.

En un territorio decisivo para ganar en octubre, el respaldo de los dirigentes bonaerenses es clave en la búsqueda por la ampliación de las bases de sustentación electoral.

Algunos gobernadores como Domingo Peppo, Lucía Corpacci, Rosana Bertone, Juan Manzur, Sergio Uñac, Gerardo Zamora y Gustavo Bordet expresaron su apoyo a Alberto y abrieron un pedido nacional de unidad, a un poco más de un mes del cierre de listas. 

Pero el foco estuvo puesto especialmente en las tierras bonaerenses, donde el peronismo emitió un comunicado a través del que calificó la decisión de la expresidenta como "una muestra de humildad, grandeza, amplitud y compromiso con los destinos de la Argentina”.

Al mismo tiempo, explicaron que el partido estará a disposición del exjefe de Gabinete, a fin de convocar a "todos los sectores del campo nacional y popular y consolidar así un gran frente electoral que le devuelva la esperanza y la alegría a nuestro pueblo”.

Hasta el cansancio dentro de la política nacional se repite que nadie puede gobernar la Nación sin primero ganar en Buenos Aires. Pero la creencia popular responde a los números de los padrones, donde uno de cada tres votos viene del territorio bonaerense.

Con casi 12 millones de votantes, que se traducen en el 37% del padrón electoral, la disputa por la consolidación del liderazgo en la Provincia a partir de 2019, es decisivo. Con la eliminación del desdoblamiento, los candidatos presidenciales arrastrarán a favor o en contra, los votos para la provincialización.

Mientras aún no se confirma un candidato, hasta marzo los favoritos para representar a Unidad Ciudadana eran Axel Kicillof y Martín Insaurralde.

Por un lado, Kicillof era el elegido en las encuestas y se configuraba como el único dirigente cercano a la expresidenta con capacidad para absorber su base electoral; mientras que Insaurralde, por su parte, era quien se configuraba como el candidato de los intendentes. Y así se lo hicieron saber al nuevo presidenciable.

Recibe Alberto el apoyo de la liga de intendentes K que presionan para que Insaurralde sea candidato

Tras el cierre de la fórmula, con rumores de acercamiento con Massa y figuras del tercer tercio que podrían negociar posicionamientos en las boletas, resurgen los cuestionamientos respecto al accionar del peronismo bonaerense.

Un día después de que Alberto se reuniera con algunos de ellos y dialogara ya con traje de candidato, muchos insisten con ampliar la fuerza. Sin descartar una gran PASO de unidad, crece la incertidumbre, sobre todo en el oficialismo, que deberá adecuar su estrategias conforme al accionar de la oposición.