Mientras crece la incertidumbre por la crisis económica y aumenta la migración, el líder de la oposición Juan Guaidó, llamó a movilizarse nuevamente y, en colaboración con Donald Trump, redobla esfuerzos para sacar al chavismo del poder.

Luego de que este martes un grupo de militares y guardias nacionales antichavistas se sublevara a las órdenes de Maduro y liberara al dirigente opositor Leopoldo López que se encontraba bajo arresto domiciliario, el autoproclamado presidente encargado del país, dirigió un alzamiento contra el presidente. 

A esta estrategia la denominaron "Operación Libertad" y resultó fallida por no conseguir el "cese de la usurpación" de Maduro. Pero ahora, desde la oposición reiteraron la demanda e insisten con la convocatoria a venezolanos para movilizarse en Caracas.

Por su parte, Maduro, calificó ayer los hechos como un intento de golpe de Estado y también llamó a sus seguidores a manifestarse en las calles para "recuperar la paz". Al cierre del día, aseguró que la base aérea La Carlota "jamás fue tomada" y comunicó que cuenta con todo el apoyo.

Maduro logró mantener el blindaje militar y judicial acompañado de las Fuerzas Armadas y de seguridad en los más de tres meses que lleva la presión de Guaidó por removerlo del cargo. 

Pese a las numerosas presiones políticas y económicas, que incluyeron amenazas de intervención militar intenacional e impedimentos económicos como las sanciones a bancos con bloqueos de cuentas, el presidente se resistió a los pedidos para votar de forma anticipada o dejar el poder antes de la finalización de su mandato.

En este contexto, su bastión de poder se encuentra en los grupos militares, a los que Guaidó no logró seducir. 

Con el apoyo explícito de Estados Unidos y más de 50 países críticos del gobierno chavista entre los cuales se encuentra Argentina, la oposición venezolana sale nuevamente a las calles. Con rumores de una transición negociada, asesores y especialistas no descartan aún la posibilidad de una salida pacífica del conflicto.