Como resultado del quiebre en el acatamiento del paro por una CGT dividida y las acciones por parte del Gobierno para disminuir el impacto, desde la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) afirman que la actividad comercial fue del 81%.

Horas antes del inicio del quinto paro general, desde Seguridad la ministra Patricia Bullrich presionó a los organizadores de la medida y les advirtió que no se tolerarían "conductas mafiosas”. Horas después, les indicó que les pasarían una factura de $18 millones por los gastos realizados en el despliegue de los operativos.

Como medidas desde la Rosada, se sumaron además, las conciliaciones obligatorias que cerró el secretario de Trabajo, Lucas Fernández Aparicio, con siete gremios, para alcanzar acuerdos en diferentes empresas y, así, tratar de disminuir la huelga.

Esto logró frenar los paros de transporte en UPSA y APA de la empresas Intercargo y en la Federación Marítima Portuaria; en el gremio APLA; que se llegó el acuerdo para empleados de Aerolíneas Argentinas, en Protección y Seguridad a la Aeronavegación (ATEPSA) para Navegación Aérea y en el sindicato de Argentina Sociedad del Estado (EANA).

También, el quiebre de la CGT impactó en el resultado. La tensión entre los gremios había  aumentado después de que el dirigente Juan Carlos Schmid, de la CATT anunciara un paro para el 1 de mayo, una medida cuestionada por Hugo Moyano, quien aseguró que la decisión de hacerse en un día de feriado nacional era "poco seria”.

Como resultado, la CAME afirmó, mediante un informe, que el paro tuvo "baja adhesión en el sector comercial, aunque con un fuerte impacto en caída de ventas" y destacó que afectó al 19% del rubro.

Según los cálculos difundidos por la entidad, realizados en base a relevamientos de comercios y cámaras empresariales de todo el país, se perdieron ventas por $12 mil millones, lo que significó en promedio una caída del 41% sus ventas frente a un día corriente.  

Ahora, puertas adentro de la CGT apelan a la autocrítica y buscan endurecer su posicionamiento frente a Macri. Adelantaron en la mesa chica del moyanismo, que se reunirán en 20 días y que decidirán si dejar de lado las diferencias para organizar un nuevo paro, esta vez general y con acatamiento completo, en búsqueda de una verdadera paralización nacional.