Se estrenó la nueva película de la sociedad DC-Warner y es uno de los mayores aciertos de este lado de la calle superheroica. Shazam es fresca, con personajes carismáticos y menos solemnes; es el resurgir definitivo de DC comics en pantalla grande.

Chau Batman y Superman. Por ahora no hay novedades concretas de sus nuevas películas y, por cómo viene la cosa, tampoco habrá en el corto tiempo. O por lo menos no como la carta fuerte. El éxito de Aquaman fue el primer paso de Warner Pictures hacia un nuevo camino en su factoría de películas de superhéroes. Todavía hay ganas, por parte del público, de conocer personajes nuevos, sobre todo figuras más frescas y sin oscuridad.

El personaje de DC cómics que da títulos a la película es un niño que recibe sus poderes de la magia y al gritar “Shazam” se convierte en un grandote de jopo similar al hijo de Kripton, pero mucho más divertido e ingenuo, ya que no deja de ser un preadolescente en su interior. Este está caracterizado por un gran acierto del equipo de casting: Zachery Levi en la versión adulta y Asher Angel como el pequeño Billy Batson. Aunque se trata de un grupo de niños, todos hermanos adoptivos, el más pegado a Billy es Freddy Freeman, interpretado por Jack Dylan Grazer. Esto tres son de los puntos más altos de la película junto a Mark Strong como Dr. Thaddeus Sivana, un villano a la altura.

Profundizando más en la historia del personaje, originalmente se llamó Capitán Marvel y no nació en ninguna de las grandes editoriales, sino de una independiente. Llegó a ser el más popular allá por 1940. Sus creadores fueron  el guionista Bill Parker y el dibujante Clarence Charles Beck y la compra de derechos por parte de DC Cómics fue en 1972. En el 2011, pasó a llamarse Shazam y de allí surgió esta adaptación.  

En la dirección de este largometraje se encuentra David F. Sandberg (Cuando las luces se apagan, 2016), que logró reunir y darle vida a un lindo grupo de jovencitos muy a lo Goonies o Super 8, para conseguir empatía de todo el público y llevar carcajadas al público. No estoy exagerando. Aunque las casi dos horas diez que dura el metraje parecen mucho, el film se disfruta por la dinámica ágil a fuerza de las aventuras de los niños, la historia de Billy con su madre biológica y cómo aprende a manejar los poderes. A destacar: el clímax del film donde todo confluye acertadamente.

Shazam es, sin dudas, para disfrutar en el cine con amigos, solos o hijos y sobrinos. Es una película pensada para toda la familia donde van a disfrutar de las diferentes subtramas (correctas) como de las batallas. También un trabajo digno del apartado de efectos especiales, sobre todo en las peleas en aire y el despliegue de los villanos, acertados como pocas veces en esta filmografía.

En resumen, no esperen una respuesta directa de DC al Deadpool de Ryan Reynolds. Este héroe roza lo naif, pero tiene que ver más con el humor clásico de los cómics e, incluso, con el Batman de la serie de tv protagonizada por Adam West. Es carismático y con mensaje, pero también para toda la familia. Bienvenidos estos nuevos personajes más amigados con la diversión y los colores brillantes y no con la oscuridad del Batman vs Superman de  Snyder.  Aquí el reinicio de Warner comienza a sentirse más fuerte. ¡Bienvenido!