Todavía en marzo, los exportadores del agro no venden sus cosechas y esperarán, para lanzarse al mercado, que salgan las ventas de US$60 millones diarios del Tesoro, lo que, según fuentes oficiales, será mediados de abril. El Gobierno confía en que esas dos inyecciones de liquidez lleguen y generen un colchón de sostén que permita posicionar a Mauricio Macri de cara a las elecciones.

Al cierre de la rueda del martes, el dólar quedó en $42,40 en su versión mayorista, $43,67 al público en el Banco Nación y la tasa de interés de las Leliq en un 66,73%. Con crisis en la mayoría de los sectores productivos, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne utiliza los respaldos económicos del Fondo y del sector sojero para calmar los ánimos.

Hacienda plantea que para la segunda semana del mes próximo se realicen las ventas de divisas necesarias para pagar los gastos en pesos, un desembolso de unos US$10.700 millones que ya fue autorizado por el FMI pero que se confirmará el 5, cuando se reúna el Ejecutivo con el directorio del organismo internacional.

Seduce el Gobierno al campo para que responda con sojadólares a la escasez de oferta

Mientras tanto, desde la Rosada también piensan en cómo seducir a los exportadores agrícolas, el otro grupo que deberá colaborar para hacer frente a la falta de oferta, en un escenario en el que el tipo de cambio trepa ininterrumpidamente.

En medio de una relación tirante con el sector, después de un 2018 con sequías con pérdidas de hasta US$6 mil millones y dos corridas cambiarias, ahora son quienes decidirán cuánto y en qué momento venderán, siendo que la liquidación de divisas de las exportaciones puede ser mayor en un futuro con un aumento del dólar. 

El año pasado, de acuerdo con los cálculos de la Secretaría de Agroindustria, se exportaron unas 68,7 millones de toneladas de cereales, oleaginosas, aceites y subproductos, siendo siete exportadoras las que concentraron el 75% de ese total, tres grandes compañías estadounidenses, dos argentinas, una china y una francesa.

Lejos de esos gigantes, los pequeños y medianos productores piensan en la opción de la retención de la mercadería en silobolsas, lo que les permitiría mantener un ahorro en dólares por hasta dos años.

Según los cálculos, habrá una liquidación de maíz y soja por unos US$10 mil millones, con ventas a partir de abril para saldar las deudas de la campaña pasada. Sin embargo, más cerca de octubre, podrán evaluar si vender o reservar, frente a la posibilidad de un cambio de color de Gobierno. 

En cualquier caso, el Gabinete comunica de forma activa su confianza en que los sojadólares lleguen a sumar unos US$25 mil millones, pero la incertidumbre crece frente al escenario económico actual y aumentará cuando llegue la época electoral.