Según Marcelo Bonelli, en medio del derrumbe económico el presidente Mauricio Macri cuenta todavía con el apoyo irrestricto de su militante más leal: Christine Lagarde. Con la industria operando a la mitad de su capacidad y un creciente malestar del Círculo Rojo, la directora del Fondo Monetario parece dispuesta a todo para garantizar la reelección de Macri y, de esa forma, el cumplimiento del acuerdo que la Argentina firmó con el organismo. 

Además, hizo las gestiones necesarias para que Nicolás Dujovne pueda volver de Washington con un acuerdo para volcar dólares del FMI al mercado cambiario y contener la presión sobre el dólar sin cambiar la letra de lo pactado, ya que la Argentina "no va a tener un fondo de intervención, como interpretó ayer el mercado", sino que ya estaba previsto que esos dólares se volcaran al mercado en el segundo semestre del año. Lo único que ocurrió es que esa liquidación se adelantó a abril. "La ayuda igual es una señal importante: el FMI quiere blindar a Macri", asegura el columnista económico. 

Sin embargo, dio dos datos negativos sobre las estimaciones que hace el Ejecutivo en materia económica: la inflación y el desempleo. En el primer caso, reveló que los funcionarios esperaban una suba de precios mucho menor, cercana al 2%. Casi la mitad que la de febrero, que fue del 3,8%. En el segundo, anticipó que el Indec anunciará la semana "un aumento fuerte en el desempleo", por el derrumbe productivo. Según indicó Bonelli, el titular del organismo, Jorge Todesca, elaboró un informe para la Casa Rosada en el cual la desocupación treparía al al 10,5%. Otra vez las "dos cifras" tan temidas por el equipo económico. 

Reproches cruzados con el Círculo Rojo

Bonelli dio cuenta también del enojo del presidente con los empresarios, en particular los industriales, los de la construcción y los banqueros. En los últimos días, les hizo llegar vía Marcos Peña el mensaje de que deben poner el hombro y volver a acompañar a Cambiemos en las elecciones para evitar que vuelva Cristina Kirchner, ya que en ese escenario "las empresas no van a valer nada"

Los hombres de negocios ya no toman tan en serio esa suerte de extorsión electoral por una razón sencilla: sus compañías ya perdieron un 50% de su valor por culpa de la mala gestión económica. También, según el economista, le reprochan al gobierno cierta "tibieza" a la hora de meter presa a Cristina, que hoy solo tiene chances, a pesar de su "absurdo relato económico", por culpa de la mala praxis del Ejecutivo.