A una semana del debut de Boca Juniors en la Copa Libertadores y mientras el equipo de Gustavo Alfaro se encuentra en la búsqueda de una identidad que lo defina, Daniel Angelici realizó la primera jugada política del año. Con las elecciones presidenciales a la vista, desplazó a Royco Ferrari como titular del Departamento de Interior y provocó un cimbronazo en la Comisión Directiva.

Desplaza Angelici a Royco Ferrari como encargado de las peñas de Boca y calienta el año electoral

Ferrari es el vicepresidente 1° del club, cargo que seguirá ocupando. Sin embargo, perderá un poder decisivo de cara a los comicios. El funcionario tenía bajo su órbita a las 70 peñas que el Xeneize tiene en todo el país y el resto del mundo: en 2015, cuando Angelici atrapó la reelección, las peñas aportaron más del 10% de los votos.

Impedido de volver a presentarse por acumulación de mandatos, el secretario de Seguridad, Christian Gribaudo, aparece como el sucesor del actual presidente. Empero, en las encuestas que maneja el oficialismo, Gribaudo aparece detrás de otros dirigentes, como Marcelo London o el propio Ferrari, que se ha mostrado contrario al impulso que el mandamás le otorgó a su elegido.

Pese a que en sus últimas apariciones públicas Angelici sacó pecho por su gestión -puede ostentar el superávit fiscal que dejará como legado-, los hinchas de Boca están contrariados por la final perdida ante River Plate y lo consideran el principal responsable de la derrota. En el último partido de local, toda la cancha clamó contra su investidura, y debió apelar al apriete de la barrabrava para que los cánticos cesaran.

En la oposición, tanto Jorge Amor Ameal -quien fuera presidente del club desde el fallecimiento de Pedro Pompilio en 2008 hasta 2011- como José Beraldi anunciaron sus candidaturas. Ameal irá en tándem con Mario Pergolini y a la vez tiene el apoyo del máximo ídolo de la institución, Juan Román Riquelme.