En los próximos meses, todas las energías, esfuerzos y acciones del oficialismo estarán puestas en conseguir la reelección del presidente Mauricio Macri. Qué obras inaugurar con el presupuesto acotado, si desdoblar o no comicios, qué candidatos poner primero y a quién llevar de escolta detrás del líder del PRO. Con sostén financiero del Fondo Monetario Internacional, la idea es que el dólar no sea un tema durante el último año de mandato de Macri, no así la inflación, que buscarán que sea tapada por Comodoro Py, Cristina Kirchner y un presidente convertido en meme todos los días. Un plan que se agota sin mencionar el 2020.

Tenga éxito o no el engranaje que aceitan el jefe de Gabinete Marcos Peña y, otra vez, el especialista en marketing político Jaime Durán Barba, lo poco que mostrar de lo realizado hasta 2019 es inmenso al lado de lo que depara el porvenir ante un eventual segundo mandato de Macri. Cuando termine el año blindado por los dólares de Christine Lagarde, no quedarán en Casa Rosada más que pagarés de nueve ceros, medio electorado que no espera nada y un mercado que quiere cobrar lo prestado con la moraleja de no volver apostar antes de los cambios que se anuncian.

Macri, los pagarés de nueve ceros del FMI y el día después de un plan que se agota en las urnas