Charlas, mensajes, reuniones y llamados. Eduardo Duhalde está haciendo todo lo posible para lograr su objetivo: consolidar una gran unidad que pueda arrebatarle el Sillón de Rivadavia a Mauricio Macri.

En una entrevista con La Nación, se encargó de reforzar su principio de no marcarle límites a la unidad opositora. Lousteau, Espert, Olmedo y la izquierda tienen lugar junto al peronismo federal y el kirchnerismo en un sueño con tintes de utopía.

Se presenta Duhalde como el impulsor de la unidad total y sueña con alinear a CFK detrás de Lavagna

Aunque sin muchas certezas, Duhalde se mostró como el gran creador de una unidad opositora que todavía no tiene asistentes confirmados. Roberto Lavagna definirá recién a mitad de año, Cristina Fernández de Kirchner esconde sus cartas y en Alternativa Federal confluyen más contradicciones y límites que intención de voto.

Pese a la incertidumbre que los protagonistas siembran en público, el expresidente no pierde esperanzas y asegura que ha recibido el visto bueno de Cristina para la candidatura de Lavagna, la que él considera primordial.

Se presenta Duhalde como el impulsor de la unidad total y sueña con alinear a CFK detrás de Lavagna

Y a los actores políticos y económicos que Duhalde intenta reunir con necedad, les suma uno fundamental para la paz social: la Iglesia. Consciente del tercio pobre que sufre la recesión de Argentina, compara la crisis actual con aquel explosivo 2001.

"Entonces [2001] le pedí a la Iglesia que convoque a un diálogo con todas las fuerzas políticas, sociales, y los gremios. Fue algo muy útil. Les enviábamos las cosas y venían mejoradas", recordó con asombro.

Y sentenció: "Las iglesias (católicos, evangélicos, judíos, musulmanes) tendrían que convocar, no el Gobierno ni la oposición, sino el sector espiritual o religioso. Los que conforman el Diálogo Interreligioso... para mí sería lo ideal".