La información que el Gobierno viene recibiendo en las últimas semanas de la actividad de los agropecuarios lo entusiasma de cara a las elecciones: la Bolsa de Cereales de Buenos Aires anuncia el récord de 19 millones de toneladas para la cosecha de trigo y esperan un ingreso de u$s 4.450 millones, cinco por ciento mayor a la campaña anterior con el valor de la commodity subiendo.

Por otro lado, la industria sigue marcha atrás y, salvo por la caída del costo de la mano de obra, es decir, de la merma del poder adquisitivo de los asalariados por la inflación, los industriales no reciben buenas noticias: el consumo cae en picada y los tarifazos hacen que el cierre de PyMEs esté en niveles récord.

En noviembre, la capacidad instalada de las fábricas se ubicó apenas en 63,3%

Según un relevamiento del Indec, la capacidad instalada de las fábricas está apenas en 63,3%, es decir, para ponerlo en números llanos: las industrias solo producen un poco más del 60% de lo que sus propias maquinarias les permiten. Los datos son de noviembre de este año y reflejan una caída del 5,9% respecto al mismo mes de 2017 y de 5,1% a 2016.

La capacidad ociosa, que llega prácticamente a un tercio, se ve reflejada principalmente en los rubros alimenticios y bebidas, textil, papel y cartón, edición e impresión, refinación del petróleo, sustancias y productos químicos, productos de caucho y plástico, productos minerales no metálicos, industria automotriz y metalmecánica. La industria manufacturera se desplomó en noviembre 13,3%.

En los datos queda reflejada la gran apuesta del Gobierno en materia económica no sólo pensando en 2019 sino en el proyecto de país de Cambiemos: potenciar la primarización económica, una de las actividades que Argentina hace con mayor eficiencia, en detrimento de la actividad industrial, potenciada a través de subsidios pero con poca fuerza para competir ante las mercaderías provenientes de países con mano de obra barata, como China.

Las cuentas del Agro son optimistas: podrían entrar hasta u$s 1000 millones a las arcas oficiales.

El Campo, por su parte, se configura como el gran aliado del oficialismo para el déficit cero. Es el único sector de la economía que aporta dólares genuinos en grandes cantidades, más allá de algunas exportaciones en otros rubros en mucha menor cantidad. Con prudencia, referentes del Agro sostienen que podrían aportarse a las arcas oficiales casi 1000 millones de dólares más de lo que está establecido en el presupuesto, los que podrían servir para balancear la merma en otros sectores en los que se creyó que la recesión sería menor, como la industria automotriz, que en enero vende la mitad de autos que hace un año.

De cara al vencimiento de la mega deuda y sus respectivos intereses, el plan oficial será potenciar la actividad agropecuario e incrementar el ingreso de divisas provenientes del sector. La industria, por su parte, seguirá en segundo plano para el plan amarillo.