Patricia Bullrich ya expresó que, a pesar de que le gustaría mantener su cargo en el Ministerio de Seguridad de cara a las próximas elecciones, podría acompañar en la fórmula presidencial a Mauricio Macri. Y es en esa línea que el oficialismo elabora su estrategia.

La creciente preocupación por la inseguridad y el narcotráfico en las encuestas, sumado a la subida de imagen que la ministra experimentó luego de la cumbre del G20, la posicionan como una gran apuesta electoral.

Las últimas medidas del Gobierno se centraron en la temática de seguridad y, mientras la recesión se perpetúa, parece que continuarán de la misma manera durante lo que resta del 2019.

Desde el propio presidente elogiando la gestión de Bullrich en la lucha contra el narcotráfico a través de una columna publicada por el nuevo año, pasando por el anuncio de la utilización de pistolas Taser en estaciones de trenes y aeropuertos, hasta la reciente presentación del proyecto para bajar la edad de imputabilidad a 15 años. La política de mano dura parece dar resultados positivos en el electorado

El caso del turista sueco que recibió un tiro a metros del Obelisco por parte de un delincuente cuando intentaba robarle el celular y terminó con una pierna imputada, ayuda a la ministra. Ella se encargó de defender con todas sus fuerzas al policía Luis Chocobar, quien, en un caso muy parecido, asesinó a un ladrón de 18 años que huía.

De allí nace la doctrina del protocolo de seguridad anunciado por Bullrich, que según un estudio de Management & Fit realizado entre el 4 y 5 de diciembre es ratificado por el 60% de los encuestados. Y el 46% cree que luego de su implementación la situación social mejorará.

Así las cosas y con la llegada de la derecha a sudamérica, marcada principalmente por la flamante presidencia de Jair Bolsonaro, Bullrich podría competir por la vicepresidencia de Cambiemos, que la enfrenta con la ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley.

En su última aparición pública, la encargada de la cartera de seguridad, sin ningún tapujo para fomentar la mano dura, se animó a calificar su gestión con un 8.