¿Qué parámetros definen a un buen deportista? ¿Son los músculos? ¿la fuerza? ¿el talento? Estas cuestiones fueron preguntadas al momento de que Saira Millaqueo se presentó ante la Justicia cuando enviaron los fichajes a la Asociación Bahiense de Hockey para habilitar a todas las jugadoras que iban a integrar el equipo de Primera División.

Todos fueron aceptados salvo el de ella, que volvió con un cartel que decía "Esperando respuesta".

Saira, una joven transexual que pretendía con su equipo ser parte del Palihue Rugby- Hockey Club. Su historia fue inspiradora y tras diversas instancias judiciales, su lucha fue tomada por legisladores que en noviembre pasado sancionaron una Ley de Género en el deporte.

Luego del fallo en Buenos Aires, reclaman jugadoras transexuales ser incluidas en equipos de hockey

En una entrevista con Infobae, Adrián Helien, médico coordinador del Grupo de Atención a Personas Transexuales del Hospital Durand explicó que "una de las actividades de la testosterona es la mayor generación de masa muscular. Cuando tenés más masa muscular podés tener más fuerza".

Sin embargo, ante el prejuicio y la desinformación de una gran parte de la población, Helien aclaró que "es un reduccionismo pensar que sólo la musculatura define a una jugadora porque la habilidad y el talento no dependen de los músculos".

Y sigue: "Tomar únicamente el parámetro biológico -hasta acá es lo femenino y desde acá lo masculino- deja afuera lo que indica la Ley de identidad de género. Y la ley dice que no hacen faltan cirugías de readecuación sexual ni tratamientos hormonales para que alguien que se percibe mujer tenga los mismos derechos que cualquier otra".

Adrián Helien: "Es un reduccionismo pensar que sólo la musculatura define a una jugadora porque la habilidad y el talento no dependen de los músculos".

En noviembre fue sancionada, y recién este último jueves del 2018 promulgada por el gobierno bonaerense, La Ley 15.100 que permite a deportistas (amateurs y profesionales) que practiquen la disciplina que llevan adelante con la identidad de género autopercibida, complementando así a la Ley Nacional de Identidad de Género que fue sancionada en 2012. 

El texto señala que "toda persona tiene derecho al desarrollo de actividades deportivas conforme a su identidad de género" y, a su vez, indica: "Será considerada discriminatoria toda acción u omisión que impida el libre desarrollo de las actividades enumeradas en el párrafo anterior en razón al género autopercibido de la persona deportista".

Además, el texto subraya que "los clubes, ligas, asociaciones y federaciones deportivas que impidan la participación de deportistas o realicen su inscripción en un género distinto al autopercibido serán sancionados por la Autoridad de Aplicación".

"La ley Saira", así la llamaron muchos en respuesta al caso de Saira Millaqueo, una deportista trans de Bahía Blanca que fue a la Justicia para poder ser reconocida como jugadora profesional de hockey femenino y que logró, luego de varias instancias judiciales, que la Confederación Argentina de Hockey aceptara su ficha.

Luego del fallo en Buenos Aires, reclaman jugadoras transexuales ser incluidas en equipos de hockey

Por su parte, existen otras provincias que, por el momento, no tomaron esta iniciativa pero es reclamada por jugadoras. Una de ellas es Salta, que todavía no impulsó una ley complementaria. Al respecto, Victoria Liendro, titular del Área de la Diversidad Sexual de la Subsecretaría de Políticas de Género, indicó que en esa provincia están "planteando modificar la vieja ley".

"En el país somos 18 jugadoras transexuales", relata Liendro. "Es necesario que en las provincias las leyes sobre deporte tengan perspectiva de género y reconocimiento a la identidad de género, que busquen jugar competitivamente en diferentes disciplinas, es un paso importante y perfectible, nos permite interpelar en un ámbito que siempre fue esquivo", aseguró.

Según Victoria, las personas transexuales ya en la adolescencia dejan de jugar deportes o actividades recreativas: "Es difícil porque nos segregan, nos discriminan e incluso nos agreden". "Pero no perdemos la esperanza de que es menester modificar las leyes de deportes de las provincias para que, de esta manera, nos integremos de a poco y verdaderamente a la sociedad", concluyó.